De piedra me quedo con esta mujer. A los 30 era para odiarla: su belleza, sensualidad y cómo traía de cabeza a todo ser masculino que poblase el planeta tierra. Ahora no tiene 30, ni cuarenta ni cincuenta. Tiene 55 años y su último vestido con el que se ha plantado en el Festival de Cine de Marrakech es de antología.
Creía que el look de Tom Ford lucido por Gwyneth Paltrow no sería nunca superado, y eso que Gwyneth me cae gorda y me parece una meliflua. Pero esto, esta capa, estos cortes, este color, la figura de la Stone... son para petrificarse en el sitio y desear que esta señorita nunca se cruce con tu pareja de 20 años, porque hasta entenderías que se fuera con ella.
Simplemente magnífica, siguiendo la tendencia "cut out" y con cierto toque árabe gracias a borlas y pasamanería que ya son para rendirse. Allí le dieron un premio por toda su carrera y lo hizo Martin Scorsese en un jurado en el que estaban, entre otras, Marion Cotillard.
A mí me encanta las mujeres maduras y por eso reflejo también el look de otra actriz, Patricia Clarkson, también miembro del jurado y de 53 años. Su vestido amarillo es difícil de defender a los 40 pero a los 53 se merece todo un premio. Claro que tengas los años que tengas y luzcas lo que luzcas, a Sharon Stone difícilmente se le gana.
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