El próximo miércoles 11 de junio de 2025, el cielo mexicano se vestirá de gala con la aparición de la Luna de Fresa, un fenómeno astronómico que, más allá de su belleza, invita a la conexión con la naturaleza gracias a su vínculo con las antiguas creencias astronómicas de los nativos norteamericanos.
Contrario a lo que su nombre podría sugerir, la Luna de Fresa no adquiere un tono rojizo ni rosado, en realidad, su nombre proviene de antiguas tribus de Norteamérica que asociaban la luna llena de junio con la temporada de cosecha de fresas silvestres.
La luna llena de junio (normalmente la última luna llena de primavera o la primera del verano) se ha llamado de esa forma porque suele volverse rojiza cuando está cerca del horizonte, gracias a los rayos de luz que atraviesan las capas más densas de la atmósfera.
En Europa este particular evento es muy popular, algunos países la nombran la "Luna de Miel", por estar vinculada a tradiciones de fertilidad y amor, específicamente porque, en el viejo continente, junio es el mes más popular para los matrimonios, además, concuerda con el nombre de la diosa romana del matrimonio, Juno.
Aunque en México la conocemos mejor con el primer nombre, este fenómeno no dejará a nadie indiferente y alcanzará su punto máximo de iluminación el 11 de junio a las 01:43 horas (hora del centro del país).
Sin embargo, será visible durante toda la noche del día anterior, el 10 de junio, ofreciendo una excelente oportunidad para apreciarla a simple vista, sin necesidad de telescopios o equipos especiales, aunque claro, un entorno despejado y sin contaminación atmosférica y lumínica ayudará mucho a disfrutarla mejor.
Aunque muchos aprovechan este tipo de fenómenos para realizar rituales bajo la luz de las estrellas con actividades como yoga y meditación, no es mala idea el detenerse a mirar el cielo y contemplar un fenómeno que, año con año, no deja de maravillarnos.
Foto de Sotiris Savvides en Unsplash
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