Mundal es un tranquilo pueblo en el centro de Fjærland, al oeste de Noruega, tan ideal que parece de cuento. No solo se encuentra entre fiordos, sino que su encanto reside en que es llamada “la ciudad noruega del libro”. Y es que a pesar de tener una población de 280 personas, hay más de 150.000 libros repartidos entre sus librerías de segunda mano, sus calles y cualquier rincón del pueblo.
La ciudad noruega del libro
Desde 1995, “La ciudad noruega del libro” ha llenado cada rincón de sus calles y locales de libros. Cabinas de teléfonos, cafeterías, estanterías al aire libre, edificios abandonados, paradas de autobús… Cualquier lugar es bueno para dejar un libro. La mayoría son de segunda mano, lo que aporta una magia especial a sus calles, llenas de tomos ajados y que han visto cientos de ojos antes de que llegaran los tuyos.
La Ciudad del Libro de Noruega en Fjærland no solo busca cuidar los libros y darles una vida fuera de las estanterías donde puedan leerse sus historias una y otra vez, también preservan los edificios antiguos, por lo que entre sus calles encontrarás edificios tan bonitos como el Hotel Mundal (solo cuenta con dos hoteles). Cuenta además con pequeñas tiendas especializadas, una tienda de artesanías, dos enormes librerías que solo venden libros de segunda mano: Straumsvågs Antikvariat y Den norske bokbyen.
La Feria del Solsticio del Libro
La gran mayoría del turismo hace coincidir su viaje con la Feria del Solsticio del Libro, donde las calles se llenan de estanterías, el puerto se convierte en un mercado (también cargado de libros, por supuesto) y el pueblo está más vivo que nunca. La Feria, que se celebra desde mediados de mayo hasta junio, es la excusa perfecta para que la próxima primavera visites Noruega y su maravillosa “ciudad del libro”.
El remedio literario contra la desaparición de un pueblo
La primera persona que comenzó con la iniciativa de "las ciudades de los libros" fue Richard Booth que decidió comenzó a llenar el cine abandonado de su ciudad natal, Hay-on-Wye en Gales, con miles de libros de segunda mano a principios de los años sesenta.
Desde entonces, cada espacio vacío se ha llenado de libros, atrayendo a bibliófilos de todo el mundo y favoreciendo que surgieran tiendas relacionadas con la literatura. El pueblo, que no pasaba por un buen momento y parecía a punto de extinguirse, recibió una nueva oportunidad gracias a convertirse en la primera ciudad de los libros.
Hay-on-Wye cuenta hoy en día con más de veinte librerías, patrocina un festival literario, el Hay Festival, y miles y miles de libros se alinean en sus “Estantes de honestidad” al aire libre.
Ahora existen ciudades de libros en todo el mundo, como Hay-on-Wye en Gales o Mundal en Noruega, que además de preciosas, son los lugares ideales para pasar las horas leyendo en cualquier rincón de la ciudad.
Foto| Instagram @jenniekate13, Facebook @bokbyen, Flicker
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