La reina protagonista de los cotilleos más escandalosos en la ficción se ha casado en la realidad. Mil incógnitas permanecían hasta hace muy poco sobre la boda de Ryan Reynolds y Blake Lively pero la más relevante, cómo no, era la del vestido utilizado para la ceremonia. ¡Ya tenemos los detalles!
Las fotos de momento no ha salido a la luz pero sí numerosos detalles revelados hace escasas horas. No, no fue un Chanel, ni un Gucci como podíamos suponer a tenor de sus campañas para las firmas. Y sí, fue un Marchesa como ha confirmado la propia casa.
Un vestido exclusivo con drapeado de tul y seda en el cuerpo y adornos de rosas doradas y cristales son los detalles desvelados hasta el momento. Las damas de honor también vestían de Marchesa:
Vestidos únicos, de seda de chiffón azul con cristales engarzados.
Todas lucieron zapatos, adivina, adivinanza… sí, de Christian Louboutin, no en vano el creador puso su nombre a uno de sus modelos y se cree que estuvo invitado al convite. El novio y sus padrinos eligieron trajes de Christopher Bailey para Burberry.
Para que no nos quedemos con la miel en los labios y cotilleemos a mansalva decir que la pareja intercambió anillos de Lorraine Schwartz y que la boda fue organizada por el equipo de la revista The Martha Stewart Weddings magazine, a quien en este país no tenemos casi el placer de conocer pero en Norteamérica es tan grande como Oprah.
“From the heartfelt ceremony to the fun-filled carnival hour and elegant reception, it was a truly enchanting celebration. Congratulations to the newlyweds – thank you for looking to us for help and inspiration, and for including us on your very special day.”
han asegurado los responsables de dicho equipo.
Domingo noche, nosotros serenos en casa esperando la llegada del terrorífico lunes y nuestra Serena se casa en Charlestón, Carolina del Sur en la Boone Hall Plantation, el lugar en el que se rodó, y ya con esto me he quedado maravillada, la estupenda y lacrimógena El Diario de Noa.
Ahora ya puedo mostrarla sin tapujos: me corroe una insana envidia que sólo aplaca el saber que ella es una segundona, la primera fue Scarlett Johansson.
Via | Vogue UK
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