La regla de las tres 'C' para el éxito: el método que los líderes aplican para tomar decisiones infalibles

Una técnica de liderazgo que muchos inversionistas aplican en su día a día

Los Hombres De Negocios Tienen Una Regla Para Tomar Mejores Decisiones Asi Puedes Aplicar El Metodo De Las Tres C Para Seguir Sus Pasos
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Joel Calata

Editor

En el mundo empresarial, donde las decisiones se toman a contrarreloj y cada movimiento puede tener repercusiones millonarias, muchos líderes han desarrollado sus propias estrategias para mantener la cabeza fría y el juicio claro. Sin embargo, entre todas las fórmulas posibles, hay una que se ha ganado un lugar especial en los despachos y salas de juntas: el método de las tres "C"

Popularizado por la autora Fay Niewiadomski, este enfoque propone una manera sencilla pero poderosa de decidir con más cabeza y menos caos. Porque, al final, los grandes hombres de negocios no sólo confían en su instinto: lo entrenan con método, reflexión y una buena dosis de autocrítica.

Lo primero que hay que hacer es entender qué significa cada "C" de este método. La primera de ellas es para la "competencia", pero no hace alusión a lo que hacen otras personas u otras compañías: se entiende a la capacidad de convertir conocimientos y experiencia en acciones coherentes, reconocer lo que uno no sabe y rodearse de un equipo multidisciplinar que compense nuestras carencias.

Este punto implica que no basemos todas nuestras decisiones en el "yo lo sé todo", sino que aceptemos la complejidad del entorno, admitamos errores pasados y dejemos que otros nos ayuden a ver los riesgos que quizá hemos pasado por alto.

La segunda "C" es para el coraje, se refiere al valor para tomar decisiones impopulares, reconocer que había equivocación o darse cuenta de que el ego nos estaba jugando una mala pasada. 

Sin embargo, este paso no es sencillo: implica mirarse al espejo, analizar lo que hemos hecho mal, evaluar el porqué de ciertas interpretaciones y acciones, y estar dispuesto a cambiar de rumbo. Porque no basta con saber lo que hay que hacer, sino también tener la valentía de hacerlo.

La tercera"C", la compasión, es quizá sea la que más se pasa por alto en entornos empresariales fríos. Sin embargo, Niewiadomski argumenta que una decisión no está impulsada únicamente por datos; está impulsada por emoción, por humanidad, por cómo afecta a las personas. Reconocer que los demás también tienen necesidades, miedos o puntos de vista distintos al nuestro permite que nuestras decisiones no sólo sean eficientes sino sostenibles, porque tienen en cuenta el factor humano.

¿Cómo aplicar las tres "C" en nuestra vida?

Cuando se nos presenta un dilema estratégico, en lugar de lanzarnos a decidir con rapidez, podemos frenar un momento y hacernos preguntas del tipo: "¿Tengo la competencia necesaria para valorar esto correctamente? ¿Estoy rodeado de quienes pueden aportar perspectivas distintas? ¿Estoy evitando mi ego y enfrentándome a los hechos?" Al adoptar este proceso podemos convertir una decisión poco reflexionada en una decisión consciente.

Con este método, gestionamos las decisiones de negocio o financieras de forma más madura. No se trata de aplicar fórmulas rígidas, sino de cultivar un enfoque que haga que nuestras elecciones tengan sentido, nos representen y, sobre todo, generen un impacto positivo no sólo para la cuenta de resultados sino para las personas que están detrás.

Foto de krakenimages en Unsplash

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