Lo he de confesar: yo era de los que tenía un pánico atroz a las cabinas de rayos UVA. Pero claro, como todo en esta vida, era fruto de una falta de información sobre el proceso y los riesgos y precauciones que se deben tomar para evitar problemas.
Y ahora que me he decidido a probarlos, he tenido que leer e informarme mucho sobre ello para no cometer ninguna tontería. Así que para todos aquellos que los estén usando o para los que tengan pensado hacerlo, aquí está el decálogo del buen uso de los rayos UVA.
Los beneficios del sol
Está claro que el sol tiene innumerables beneficios, siempre y cuando se tome con precaución, para el organismo y la piel. Precisamente lo que las cabinas de rayos UVA hacen es emitir ese espectro de luz que el sol proporciona y dosificarlo en las cantidades adecuadas para nuestra salud.
Cuidado con tomar el sol de ambas maneras
Los riesgos de la exposición a los rayos ultravioleta en cabinas son superponibles a los efectos de la radiación solar; es decir, la dosis es acumulativa; las personas que acuden de forma regular a los solárium y se exponen de forma mantenida a los rayos incrementan los riesgos, al igual que sucedería con aquellas personas que se exponen de una forma crónica a la radiación solar.
Investiga tu tipo de piel
Es fundamental antes de tomar el sol saber qué foto-tipo cutáneo tenemos. No responde igual una persona de pelo oscuro, ojos oscuros y que pigmenta fácilmente con el sol que las personas de piel clara, ojos azules, pelo rubio o pelirrojos. El no tener en cuenta esto y que no te informen debidamente en tu centro lo único que provocará es un envejecimiento cutáneo precoz y la aparición de lesiones precancerosas y cáncer cutáneo como melanoma, carcinoma basocelular y espinocelular.
Cuidado con acostumbrarse a la cabina
Se ha observado asimismo que aquellas personas que son usuarias habituales de cabinas de bronceado tienen un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de piel en un futuro. Conviene alternar y descansar la piel cada cierto tiempo.
Los beneficios que aporta
En la actualidad la radiación ultravioleta se utiliza en los servicios de Dermatología para el tratamiento y control de distintas afecciones cutáneas como psoriasis, dermatitis atópica, algunos linfomas cutáneos y determinadas fotodermatosis. Eso sí, siempre y cuando respetemos los tiempos, las exposiciones y tomemos las medidas necesarias.
Zonas más sensibles a la exposición
Tanto el área genital como la cara son zonas más sensibles a este tipo de exposición, por lo que deberemos protegernos bien cuando decidamos tomar el sol en una de ellas.
Solo para mayores de edad
Pues eso, que los menores de 18 no deben acudir a cabinas de bronceado y se desaconseja a las mujeres embarazadas.
La piel lo más limpia posible
El día que tengas previsto ir a tomar rayos no uses perfumes ni cremas, ya que puedes desarrollar foto-sensibilidad y que te salgan manchas.
Que no te de miedo preguntar
Comprueba que las máquinas hayan pasado su revisión. Que no te de vergüenza preguntarle al encargado por el mantenimiento de las cabinas, es tu piel la que está en juego.
Consejos una vez dentro
Protege tus ojos. Pide unas gafas protectoras o si eres asiduo cómprate unas, que son muy baratas y prácticas y protegerán tu vista. De igual manera, hay que espaciar las sesiones. Al principio tendrás que dejar mínimo 4 días y conforme vayas cogiendo color podrás juntarlas un poco más. Y con un espaciamiento entre ellas de al menos 48 horas.
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