El verano está llegando a su fin y tras las vacaciones es frecuente que todos intentemos deshacernos de los kilos ganados y en la desesperación, las dietas milagro cobran vida. Siempre recomendamos alejarnos de estas propuestas debido a que no solucionan definitivamente un exceso de peso y pueden conducirnos a un efecto rebote. Pero hoy te mostramos otras consecuencias y peligros de las dietas milagro, que seguro no conocías.
No es difícil caer en la tentación y optar por una dieta milagrosa o un producto de moda que te promete perder peso de forma muy rápida y fácil tras las vacaciones. Sin embargo, más allá de las fluctuaciones de peso, el efecto rebote y las posibles carencias nutricionales, un recurso de este tipo puede representar muchos riesgos para el organismo como los que mostramos a continuación:
Puede incentivar la pérdida de huesos y dientes
Una dieta que te permite perder mucho peso en poco tiempo o que resulta una solución rápida, es frecuentemente una dieta estricta, limitada en nutrientes de calidad y muy pobre en calorías.
Así, cuando se pierde más de un 1% de peso corporal por semana, no sólo perdemos grasas sino también, un gran porcentaje de masa magra que incluye músculo y huesos.
Las dietas que promueven una pérdida de peso masiva y además son restrictivas, pueden propiciar la falta de vitamina D y calcio, empeorando así la salud de nuestros dientes y huesos. De hecho, se ha comprobado el impacto óseo de las dietas que favorecen la pérdida de peso notable.
Por eso, si quieres preservar la salud de huesos y dientes, evitando a largo plazo la caída de piezas dentales o la osteporosis, lo mejor es evitar dietas muy restringidas y pérdidas de peso notables en poco tiempo.
Pone en riesgo tu piel, tu pelo y tus ojos
Como dijimos antes, las alternativas muy pobres en calorías son frecuentes restringidas en buenos nutrientes que alimentan nuestra piel, pelo y ojos.
Así, una dieta milagro muy limitada o estricta puede conducirnos a sequedad en la piel, dermatitis, problemas de visión, caída de cabello o debilidad en el mismo, entre otras manifestaciones propias de la falta de nutrientes.
Si queremos lucir bien, resulta clave estar sanos y bien nutridos por dentro, algo que una dieta milagro no puede permitirnos.
Incrementan el riesgo cardíaco
Las dietas o productos milagro que no ofrecen una solución definitiva a los problemas de peso, con frecuencia incentivan las subidas y bajadas constante de kilos.
Estos cambios o fluctuaciones se han asociado en el tiempo a mayor riesgo de sufrir enfermedades coronarias y muerte súbita debido a causas cardíacas.
El cambio metabólico, la peor composición corporal y el estrés que implican estas dietas y recursos milagro para nuestro cuerpo son responsables del mayor riesgo cardíaco que ocasionan.
Abren la puerta a trastornos de la conducta alimentaria
Con frecuencia las dietas y productos milagro alteran la relación que tenemos con la comida, establecen prejuicios, incrementan el nivel de estrés, la ansiedad y favorecen la obsesión por el peso y la comida pudiendo abrir la puerta a trastornos de la conducta alimentaria.
Así, es probable que dejemos de disfrutar y de experimentar placer cada vez que comamos un alimento "prohibido" en nuestra dieta milagro y que perdamos la función placentera de la alimentación o por el contrario, canalicemos emociones en ella.
Todo esto puede conducirnos a trastornos de la conducta alimentaria no específicos como atracones frecuentes, obsesiones o comportamientos selectivos o bien, a problemas más severos y con nombre propio como la tan conocida anorexia nerviosa o bulimia.
Aumentan el riesgo de sufrir infecciones
Las enfermedades infecciosas como puede ser un simple resfriado o algo más grave, se desarrollan en gran medida dependiendo de nuestro sistema inmunitario, el cual puede verse resentido con dietas milagro o con una pérdida de peso muy marcada y rápida.
El estrés que producen las dietas milagro es el responsable de una caída en las defensas a causa de las dietas de moda, rápidas y estrictas.
Pero también puede verse alterada nuestra inmunidad por la falta de nutrientes esenciales como proteínas, hierro u otros, incrementando así el riesgo de que enfermemos por diferentes causas.
Nos frustran y desaniman, desalentando los intentos de lograr un verdadero cambio de hábitos
Un último y no menor peligro de las dietas milagro es la frustración que pueden generar así como el desanimo que nos desalientan a lograr un verdadero cambio de hábitos y alcanzar un peso sano.
Repetidos intentos mediante dietas milagro nos ocasionan tal daño a nivel emocional que podemos acabar con obesidad sin deseos de luchar contra el exceso de peso y grasa abdominal al estar frustrados, desanimados y creyendo que nunca lo lograremos tras tantos intentos fallidos.
Estas son las consecuencias y peligros de las dietas milagro que frecuentemente desconocemos y que merece la pena considerar para alejarnos de ellas siempre que sea posible.
En Trendencias Hombre | Más allá de la dieta mediterránea, cinco dietas que pueden ayudarte a adelgazar sin milagros
Imagen | iStock