La morcilla es uno de los bocados más característicos de la gastronomía española y que tiene tantos fans como detractores. Y es que, tradicionalmente, se ha asociado con la matanza del cerdo, animal del que se aprovecha su sangre y grasa para elaborar este embutido sin carne. No obstante, existe su versión vegana. Se llama morcilla de verano y es una receta que nos regala la huerta de Murcia.
A pesar de su nombre, la morcilla de verano no lleva ningún producto de origen animal sino que es una receta con berenjena que se beneficia de una cocción lenta y melosa. Sirve tanto de aperitivo como de segundo plato.
Hay que tener muy presente que la gracia de esta receta es cocinar muy despacio la berenjena hasta obtener una textura suave, blanda y untable. Esto, sumado al color de la propia hortaliza acaba dándole ese aspecto de morcilla.
Es por eso que también es necesario cortar en daditos pequeños la berenjena, que pocharemos con una cebolla y a la que añadiremos unos piñones tostados que le aportan el toque crujiente que la receta pide y que son otro clásico de los rellenos tradicionales de morcillas.
Por lo demás, se trata de una receta asequible, sencilla e ideal para hacer en una cantidad generosa y sacar de la nevera a voluntad. De este modo, la morcilla de verano permite tener un recurso rápido para comidas, cenas o, incluso, meter en un bocadillo de buen pan tostado.
Fotos | Directo al paladar
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