Aunque, en la actualidad, pensemos en el el gazpacho como en una receta intrínsicamente ligada al tomate, este plato ya existía mucho antes de que dicha fruta llegara a Europa desde América. Se preparaba con pan duro, ajo, aceite de oliva, almendras… Ingredientes básicos que daban como resultado un puré igual de delicioso que el actual. Con esa idea de volver a esos orígenes en los que se aprovechaba lo que hubiera a mano para convertirlo en otra cosa simplemente con mezclarlo y triturarlo, el chef extremeño José Pizarro ha compartido su propia versión sin tomate. Una sopa fría, fácil y ligera en la que el calabacín y la albahaca son los protagonistas.
Empezamos rallando el calabacín y el pepino en un bol grande. Añadimos una buena pizca de sal marina, removemos y colocamos la mezcla en un colador sobre el bol para que se escurra bien y eliminar el exceso de agua. Dejamos reposar unos 10-15 minutos.
Mientras, remojamos el pan. Para ello, partimos el pan duro en trozos pequeños y los colocamos en un bol con la leche y dejamos que se empape bien. Pasado el tiempo de reposo, ponemos el calabacín y el pepino rallados en la batidora junto con: el pan y la leche que no haya absorbido, las almendras, el ajo, el vinagre y 500 ml de agua fría.
Trituramos hasta conseguir una textura suave. Vamos probando y ajustando el sabor con pimienta negra y añadimos las hojas de albahaca. Volvemos a triturar para integrarlas bien y traspasamos nuestro gazpacho a una jarra o bol grande. Tapamos y dejamos enfriar en la nevera durante, al menos, una hora.
Una vez fría, podemos comprobar la textura: si el gazpacho está demasiado espeso, podemos añadir hasta 200 ml más de agua fría para aligerarlo. Sobre todo, es importante servir bien frío, con un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima, un poco más de pimienta recién molida y unas hojas de albahaca fresca para decorar.
Este gazpacho es perfecto como entrante veraniego o para llevar en un termo frío a la playa o al campo. También puedes servirlo en vasitos pequeños como aperitivo en una cena con amigos. ¿Quieres un plus? Acompáñalo con unas almendras tostadas por encima o unas gotas de yogur griego para una versión más cremosa.
Foto de portada | Alain Ernst
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