Carta de los amigos de Samuel, el joven asesinado: "nosotros estaremos aquí cada día luchando por lo que te mereces, justicia"

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Es imposible leer el relato de los hechos sucedidos en la madrugada del viernes al sábado en A Coruña sin que se empañen los ojos, sin que se revuelva la tripa. Samuel Liz, un joven de 24 años de esta localidad, fue asesinado al grito de "maricón" por un grupo de desconocidos. Diez de sus amigues han escrito una carta pública en la que hablan de cómo era él y le prometen justicia.

Era el segundo día que abría el ocio nocturno en A Coruña y Samuel había salido de fiesta a disfrutar del final de las restricciones por el Covid. A las tres de la mañana, la víctima se encontraba realizando una videollamada cuando un desconocido creyó que le estaba grabando y le amenazó: "O paras de grabar o te mato, maricón". Un grupo de jóvenes le propinó después patadas y puñetazos hasta dejarlo herido de gravedad en plena calle. Acabaría falleciendo en el hospital.

Aunque la Delegación del Gobierno y la policía se encuentran todavía investigando y aún no han confirmado la motivación homófoba del crimen, les amigues que presenciaron la agresión aseguran que se trata de un crimen homófobo. Además, varios testigos declararon haber oído gritos homófobos en el lugar de los hechos.

Sus amigos más cercanos: Lina, Sandra, Cristina, Andrea, Alexia, Sofía, Leo, Melissa, Vanesa y Stiven han escrito una carta muy emotiva en la que cuentan que "Samuel jamás se metió en un problema. Nunca lo vimos faltarle el respeto a nadie". También recuerdan cómo "siempre se portó bien con todo el mundo y siempre estaba cuando lo necesitabas, en las buenas y en las malas".

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Cuentan en la misiva que él era el pilar fundamental del grupo y el mejor amigo de todos. Que le gustaba viajar, cuidarse, salir de fiesta y estar con sus amigos. "Todo el mundo lo quería por como era, es. Cuando lo conocías a fondo sabías que era todo bondad y felicidad", aseguran. Samuel era técnico auxiliar de enfermería y trabajaba en la residencia para mayores, la Fundación Padre Rubinos, mientras se sacaba el título de protésico dental.

En la carta lo describen como "esa clase de personas que llegan a tu vida como un huracán cargado de energía, que parece que conoces de toda la vida. Era alegría, era apoyo, compañero de buenos recuerdos y tardes de risas, de noches largas y días grises, era esa persona que, si te tenía que decir las cosas lo hacía sin rodeos. Te hacía ver tus errores y a la vez te ayudaba con ellos y te aceptaba tal y como eras", han contado los jóvenes.

Para terminar, desean poder, con el tiempo, recordar todos los momentos que compartieron en vez de con las lágrimas que les provocan ahora mismo y le hacen una promesa: "solo podemos dar gracias por el tiempo que pasó a nuestro lado y los momentos que nos regaló, que nunca olvidaremos. Un poco de él ha quedado en todos nosotros. Te has ido, pero nosotros estaremos aquí cada día luchando por lo que te mereces, justicia".

Fotos | Unsplash

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