Se acerca el verano, comienzan los meses de más calor del año y parece que nos va dando más pereza seguir con nuestros entrenamientos habituales o comenzar a entrenar. A la falta de tiempo por los exámenes, si es que estamos estudiando, se suman el bochorno, las ganas de fiesta, las terracitas que comienzan a tomar las calles... Y todas nos parecen buenas excusas para dejar de lado la vida sana. Pero oye, si te organizas seguro que tienes tiempo para todo.
A continuación os damos las claves para que el verano no le pase factura a nuestro cuerpo, ya sea que entrenemos al aire libre, en casa o en el gimnasio. ¡Con un poco de organización podemos hacer frente a lo que nos propongamos!
Entrenar al aire libre en verano
Entrenar en los parques cuando llega el verano es un gustazo que nos podemos permitir: es una manera genial de unir vida sana con naturaleza, tiempo libre y beneficios para nuestro organismo. Solo tenemos que escoger las horas adecuadas del día y protegernos de forma correcta.
La hora perfecta: el amanecer y el atardecer. Si vas a salir a correr o a entrenar al aire libre en verano, lo mejor es que escojas las horas de menos calor del día, que suelen ser el amanecer y el ocaso, cuando el sol se asoma o se esconde. No cometas el error de salir a correr a las tres de la tarde pensando que si sudas más porque hace más calor también perderás más peso, porque lo único que conseguirás será deshidratarte o coger una buena insolación. Entrenar de forma segura es un must que no podemos pasar por alto.
Protege tu piel antes de salir: deberíamos usar crema con protección solar durante todo el año, pero es más importante aún en los meses de más calor. Usa como mínimo factor 30 en tus extremidades, y un factor más alto (yo uso factor 50) para las zonas sensibles. Pon especial atención a las zonas como los pómulos, la nariz, la parte de arriba de las orejas y los hombros, que son las que reciben los rayos solares de forma más directa.
Utiliza ropa técnica y transpirable: es muy desagradable salir a correr y empezar a notar cómo la camiseta te pesa un quintal porque se va llenando de sudor (¡puaj!). Todas las marcas de ropa deportiva fabrican ya sus prendas con tejidos técnicos que son capaces de evacuar el sudor, dejan transpirar la piel y nos mantienen frescas mientras entrenamos.
Si eres de las que entrenan en casa...
Para entrenar en casa en estas fechas necesitarás un extra de motivación, ya que el calor no ayuda a la hora de ponernos manos a la obra y empezar a entrenar. Estos consejos pueden ayudarte a ponerte en marcha.
Establece un horario fijo y cúmplelo: si entrenas en casa por falta de tiempo para poder desplazarte al gimnasio, es importante que establezcas un horario fijo para hacerlo, y que no sea "cuando me dé tiempo". No necesitas más de 20 minutos para hacer un buen entrenamiento casero, y la primera hora de la mañana es perfecta para ello: ¿puedes sacrificar 20 minutos de sueño para sentirte mejor durante todo el día? ¡Seguro que sí!
Vístete para entrenar: uno de los riesgos de entrenar en casa es hacerlo para salir del paso, pero debemos ser conscientes de que es necesario poner toda la carne en el asador y darlo todo en cada entrenamiento. Vestirnos para entrenar (no hace falta que te vistas de gala, pero sí que utilices ropa adecuada para ello) puede ser una motivación más para ponerte manos a la obra y una oportunidad para mentalizarte de que debes ir a por todas.
El espacio y los accesorios adecuados: un espacio de 2 x 2 metros suele ser suficiente para entrenar, y puedes conseguirlo apartando un poco los muebles del salón o en tu propia habitación. Una colchoneta es lo único indispensable que necesitas para entrenar en casa y no hacerte daño en la espalda cuando realices ejercicios tumbada en el suelo: todo lo demás puedes trabajarlo con tu propio peso corporal, aunque unas mancuernas caseras hechas con botellas de agua o una banda elástica no te vendrán mal.
El gimnasio en los meses de verano
Si bien los meses anteriores a las vacaciones (básicamente mayo y junio) suelen ser el infierno en los gimnasios porque se llenan de gente que quiere prepararse a última hora o darle un buen empujón a su preparación de todo el año, los meses de verano son el paraíso: la gente sale de las ciudades y los gimnasios se quedan prácticamente vacíos. Allá van unas propuestas para aprovecharte de esto.
Entrena en circuito: difícil hacerlo en los meses de mayor afluencia, pero muy sencillo durante los meses de julio y agosto, cuando no tendrás que esperar por las barras o las poleas. En lugar de hacer una serie de un ejercicio, parar a descansar y volver a hacer otra serie de lo mismo, puedes probar a realizar una serie de cada ejercicio distinto y descansar al final de la ronda. Tardarás menos tiempo en entrenar y tocarás todos los músculos del cuerpo.
Aprovecha para probar cosas nuevas: ¿nunca entrenas con las poleas porque siempre están llenas? ¡Este es tu momento para probar nuevos ejercicios! Aprovecha para experimentar con todo ese material del que dispones en el gimnasio y que no pruebas durante el año. También puedes acercarte más a la sala de pesas o probar nuevas clases colectivas: la menor afluencia de gente te pondrá las cosas más fáciles.
El verano es para descansar y disfrutar, pero mantenernos en forma y hacer deporte también es una buena manera de desestresarnos y de generar endorfinas. ¡Aprovecha los meses de calor y no lo dejes para septiembre!
Imágenes | H&M, Oysho, Bershka
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