Un propósito de año nuevo muy común suele ser querer leer más, sin embargo, poco se habla de la urgencia por reordenar la biblioteca que nos entra en enero a quienes tenemos en nuestra posesión tantos libros leídos como obras pendientes por leer (y aumentando). Y es que, aunque algunos hayan conseguido pasarse al eBook, somos muchos los que nos vemos incapaces de renunciar al formato físico por mucho que las novelas y ensayos se conviertan en peso muerto cada vez que te mudas.
Más allá de cuestiones románticas, los libros de papel tienen una doble función que los diferencia inevitablemente de los digitales: cumplen una función decorativo-estética y no son solo contenido intelectual. En ese sentido, y ya que los tenemos en casa, merece la pena dedicarles tiempo a ordenarlos y tenerlos organizados para que se luzcan y destaquen. Y aquí es donde entra en juego la gurú japonesa del orden.
Podemos categorizar los libros de nuestra biblioteca de mil formas distintas: por colores, alfabéticamente, por colecciones, editoriales, géneros... Este punto es algo que va a gustos pero, sea cual sea nuestra elección, todos podemos beneficiarnos del método en seis pasos que ha establecido Marie Kondo para que ordenar la librería de casa nos sea lo más fácil posible y nos anime a leer más:
@mariekondo
- Haz una pila de libros: Saca todos los libros de tu estantería, hasta que quede vacía, y mézclalos en un solo montón (o varios si son demasiados).
- Evita la tentación de leerlos mientras estás ordenando: Esto es lo más importante porque, aunque parezca lo más fácil, es lo más difícil de conseguir. ¿A quién no le entra la curiosidad?
- No te pongas límites: Es normal que viendo tantos libros fuera de su sitio a tu alrededor te entre el agobio. Tranquilo, el objetivo no es que tu estantería encaje en un determinado modelo aspiracional concreto sino que acabe siendo tal y como tu quieras.
- Hazle la prueba de la felicidad a los libros de ocio y revistas: Si sabes quién es Marie Kondo, ya sabes cómo va esto. Revisa novela por novela y pregúntate si todavía te aporta felicidad tenerla.
- Hazle la prueba de la felicidad a los libros prácticos: Aquí entran manuales, libros de texto... Es muy probable que la mayoría ya no los necesites y lleves años sin consultarlos. Agradece la ayuda que te prestaron cuando los necesitaste y deshazte de ellos. Recuerda que, antes de tirarlos, es recomendable intentar venderlos o a donarlos.
- Vuelve a colocar los libros: Ahora que te has quedado con los libros que de verdad quieres tener y no con los que piensas que deberías tener, puedes proceder a organizarlos como desees.
Foto de portada | Roman Odintsov
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