Un aroma agradable y relajante es ese je ne sais quoi que convierte una casa en hogar. Puede que no lo parezca de primeras, pero no solo basta con decorar, ordenar y limpiar. Por supuesto, el primer paso para conseguirlo es una buena ventilación pero el segundo pasa por adelantarse a las moléculas del aire que provengan de baños, cocinas, desagües o de la basura, esparciendo olores desagradables. Para esto puede ayudar mucho algo tan sencillo como un ambientador.
La sequedad del aire y el calor que se acumula en el interior de las casas con las altas temperaturas del verano hacen que el ambiente de nuestros hogares se vuelva irrespirable en ocasiones. Sobre todo, en las horas centrales del día cuando hay que tener todas las ventanas cerradas.
Por suerte, en Mercadona encontramos una gran variedad de opciones para todos los gusto. Hace poco hablábamos de uno que es la materialización del verano en un ambientador y que es ideal para darle un punto de frescor a cualquier casa durante estos meses de sol intenso. Pero, si no eres muy fan de los aromas cítricos, tenemos otra propuesta.
Se trata del ambientador de perlas Tiernos Recuerdos de la firma Bosque Verde. Un bote de perlas perfumadas de color violeta que son una forma diferente y discreta de ambientar la casa. La fragancia que desprende tiene una salida herbal que se entremezcla con notas de pino, eucalipto y (en menor medida) cítricos. Un aroma a limpio que es ideal para dar un toque natural y de frescor a nuestro hogar.
Mercadona
Según el fabricante, es un olor que nos traslada a los tiempos de nuestra infancia. Además, como es un dispositivo que no consume electricidad, no presenta peligro alguno de fuego. De hecho, este tipo de ambientador en formato sólido es de los más fáciles de usar. Para activarlo tan solo hay que quitar el protector del bote y el aroma comenzará a inundar cada rincón de la habitación.
Eso sí, de vez en cuando, hay que remover el frasco para renovar la fragancia. Según Bosque Verde, el ambientador dura hasta cinco semanas, aunque esto depende de la temperatura y del tamaño de la estancia en la que se encuentre. Sabrás su estado porque, conforme la fragancia se difunde por el aire, las perlas van reduciendo su tamaño.
De este modo, llegará un momento en el que las perlas habrán perdido su capacidad para ambientar. Ese será el momento en el que ya no nos quedará más remedio que tirarlo a la basura y reponerlo con otro nuevo. No obstante, no será un dolor para el bolsillo porque cuesta tan solo 1,45 euros.
Foto de portada | Karolina Kaboompics
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