Anabel Palomares
EditorHay películas que te hacen reflexionar tanto que hasta cambias tu manera de pensar, como por ejemplo ‘Okja’. Otras que te hacen sentir todas las emociones a la vez, como ‘Interstellar’ y otras que parece que te abrazan. Dentro de las últimas están las llamadas comfort movies, películas a la que vuelves una y otra vez, que te hacen sentir bien. Son películas con cierto halo de familiaridad, reconfortantes y fáciles. Y son tuyas. Las sientes tuyas. Tanto como Fresita sentía suyo Salou.
En mi caso hay una comfort movie que veo cuando estoy triste, pero no quiero seguir llorando. Cuando estoy sola y quiero sentirme abrazada a pesar de la soledad. cuando necesito reírme, sonreír y no pensar en nada. Si estoy mal, pero quiero dejar de sentir pena durante un par de horas, siempre me pongo lo mismo: ‘Pitch Perfect’, en castellano ‘Dando la nota’.
Una comfort movie si adoras los musicales
La sinopsis nos presenta a Beca Mitchell, una estudiante de primer año en la Universidad de Barden que prefiere escuchar lo que sale de sus auriculares a lo que le dice la gente. Lo malo es que necesita apuntarse a alguna actividad y termina con las Bellas de Barden, el grupo de canto a cappella femenino del campus que no vive su mayo gloria después de un “incidente” en la competición nacional el año pasado. Pero quizá la llegada de Beca lo cambie todo y puedan volver a brillar en la competición de este año. O no.
Dirigida por Jason Moore y con un guión de Kay Cannon basado en el libro ‘Pitch Perfect: The Quest for Collegiate a Cappella Glory’ de Mickey Rapkin, ‘Dando la nota’ está protagonizada por un reparto coral con Anna Kendrick, Rebel Wilson, Brittany Snow, Anna Camp, Ester Dean, Alexis Knapp, Hana Mae Lee, Skylar Astin, Adam DeVine y Elizabeth Banks entre otros.
La primera vez que vi ‘Dando la nota’ lo hice porque amo los musicales. ¿Una comedia musical protagonizada por mujeres? Sí, por favor. Me gustó tanto cuando fui al cine a verla, que supe que volvería a ella más de una vez. Lo que no pensé en que se convertiría en un refugio para mí. Para que te hagas una idea, la noche después de que mi ex pareja me dejara por segunda vez, la vi.
No te diré que es tremendamente divertida, aunque lo sea. Tampoco te diré que es entretenida y que la música es una pasada. Solo te diré que es una de esas películas disfrutonas, sencillas y gustosas. Es una película que sabe a chocolate caliente en casa bajo una manta, pero también a mojito en la playa. Es una película que recupera eso que siempre ha sido el cine: entretenimiento. Sin pretensiones. La tienes en Netflix, junto con las otras dos películas que se hicieron después. Yo voy a ponérmela esta misma noche porque aunque hoy no esté triste, siempre es un momento genial para volver a verla.
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