Pablo Naranjo
EditorDurante un tiempo, se dijo que Irene Urdangarin estaba perdida en la vida. Esto pasó cuando regresó de su voluntariado en Camboya, donde colaboró con la fundación del padre Figaredo, y se instaló en Zarzuela con el fin de sacarse el carnet de conducir y decidir qué camino tomar para su futuro.
Bien es cierto que la chiquilla optó por mudarse a Oxford y cursar Hostelería, Gestión de Eventos y Turismo, pero lo que pocos saben es que se mudó a su nuevo hogar sin dirigirse la palabra con Iñaki Urdangarin. Así lo destaparon en 'Monarquía Confidencial', donde resaltaron que la presencia de Ainhoa Armentia distanció al ex marido y a la benjamina de la infanta Cristina.
"No ha ayudado a reforzar el vínculo entre padre e hija", exponían en el citado medio sobre el idilio del ex duque de Palma haciendo hincapié en que la estudiante llegó a sentir que había "recibido más interés y apoyo por parte de su familia materna" que por la del ex yerno de Juan Carlos I.
Sí, Irene e Iñaki solucionaron sus rencillas más pronto que tarde, pero gracias a que el segundo hizo "todo lo posible por recuperar la relación". Logro que obtuvo dejándole claro a su hija pequeña que debía de respetar "su decisión de estar con su pareja, Ainhoa Armentia", advertían en la publicación mencionada.
Fotos | Gtres
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