Strala Yoga con Tara Stiles: más yoga, menos espiritual

Strala Yoga con Tara Stiles: más yoga, menos espiritual
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¿Estás preparando tu cuerpo para la playa? ¿Qué te parecería ponerte en forma con yoga? Dentro de esta disciplina existen diferentes escuelas, cada una con sus carcaterísticas, sus pros y sus contras. Hoy os presento la que más me gusta a mí y os explico el por qué: el Strala Yoga o "yoga rebelde" de Tara Stiles.

Lo que menos me gusta del yoga en general es su componente espiritual: no acabo de encontrar esa conexión más allá de lo físico. Por eso me pareció tan interesante la propuesta de la gurú del yoga de Nueva York: un yoga mucho más físico, más cercano al fitness que el yoga más tradicional y puro, más centrado en el cuerpo que en la mente. Tuve la suerte de probarlo, y os cuento mi experiencia.

Tara Stiles: la rebelde del yoga

La relación de Tara Stiles con el ejercicio físico comenzó desde bien pequeña cuando estudió danza para después convertirse en modelo de la famosa agencia Ford. Mientras trabajaba en el mundo de la moda le ofrecieron protagonizar unos vídeos didácticos para practicar yoga en casa que gozaron de un tremendo éxito en internet. Stiles se certificó como instructora de yoga... pero quería hacerlo a su manera.

Tara dejó de trabajar como modelo porque no le aportaba todo lo que ella necesitaba para dedicarse al yoga por completo. Pero quería dedicarse a un yoga especial: desechó el componente más espiritual del yoga tradicional y se centró en un acercamiento al fitness. Abrió su propio estudio de yoga en el centro de Manhattan (de hecho, está en Broadway) donde ofrece sus clases al módico precio de 10 dólares.

El método de Tara Stiles

¿En qué se diferencia una sesión de Strala Yoga de una clase tradicional de yoga? Lo más importante es la no-conexión espiritual: el trabajo de Stiles es puramente físico. Sí es necesario estar concentrado y ser consciente del propio cuerpo y de los movimientos que realizamos, como en otras disciplinas como el Pilates, pero sólo llegamos hasta ahí.

En una sesión de Strala Yoga se valora mucho la relajación del cuerpo en el sentido de encontrarnos a gusto en nuestro espacio y con nuestro propio cuerpo. No es tan estricto como puede ser el yoga más puro: el cuerpo se mantiene en movimiento durante toda la clase, sin permanecer más de un par de segundos en cada postura. La energía fluye precisamente porque hay movimiento, hay flow como dirían algunos.

En una clase Stiles habla, habla y habla sin parar: da indicaciones, corrige, hace bromas, se ríe... Es una sesión de entrenamiento muy poco convencional y muy divertida donde eres parte activa de toda la clase. Al final no hay una parte de meditación, sino unos estiramientos para volver a la calma.

Las críticas al Strala Yoga

Yoga

Stiles ha sabido encontrar un producto que se vende bien: ha encontrado el nicho de mercado de un consumidor que quiere practicar una disciplina que está de moda (porque el yoga está muy de moda: no hay nadie que no haya oído hablar de ello o que no tenga una amiga, prima o vecina que lo practique), pero que quiere prescindir de ese componente espiritual que no casa con una existencia más terrenal.

Además, Stiles ha sabido vender su concepto de Yoga como un método para perder peso y mantenerse en forma, y ha llegado mucho más allá de su estudio en Nueva York: ha conseguido entrar en los hogares de muchas personas a través de sus vídeos caseros colgados en la red.

Por supuesto, con esto se ha ganado las críticas de los yoguis más tradicionales, que no conciben el yoga sin su componente espiritual y no lo ven como un medio para llegar a tener un cuerpo de bikini, sino como algo mucho más importante, más trascendental y menos mundano.

Mi opinión después de probar una clase

He hecho poco yoga, la verdad: pero precisamente porque a mí la parte espiritual me sobra mucho. No puedo con la meditación: será porque soy muy nerviosa, porque no sé hacerlo bien o porque cuando me lo proponen ya voy con una predisposición negativa, pero no me gusta. Sin embargo, sí me llama la atención el yoga como trabajo físico: creo que se trabaja la fuerza relativa (con nuestro propio peso corporal) de una forma muy eficaz, y el trabajo de abdomen y de equilibrio es brutal.

Para mí, Stiles me ha proporcionado la solución a mi problema: me ofrece los beneficios del yoga sin la parte espiritual y de meditación, que es lo que no me gusta del tema. Por lo tanto, a mí me sirve, y muy bien. Las sesiones son exigentes a nivel físico y mental desde el punto de vista de la concentración, pero no voy más allá.

Podéis encontrar los vídeos de Tara Stiles, como el que ilustra este artículo, en su canal de Youtube.

Vosotras con qué os quedáis, ¿yoga más físico o más espiritual?

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