14 esculturas gigantes de Damien Hirst ilustran el viaje de un feto en el útero hasta su nacimiento

14 esculturas gigantes de Damien Hirst ilustran el viaje de un feto en el útero hasta su nacimiento
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Es el inicio de la vida humana, sin él hoy no podríamos estar aquí. Sin embargo, el ciclo reproductivo de la mujer sigue siendo tabú en muchos países y sectores de la sociedad occidental. Invisibilizado, incluso, desde el mismo momento en que la publicidad de compresas y tampones esconde la sangre y la cambia por un químico líquido de color azul. También cuando le pedimos a una amiga una compresa en un hilo de voz a penas audible para que nadie se entere de que estamos con la regla o nos esforzamos por disimular un barriga prominente de embarazada. Por eso es tan importante el monumento que el artista Damian Hirst acaba de inaugurar en los accesos al hospital Sidra de Doha en Catar.

Titulada El viaje milagroso, la obra se compone de 14 colosos tallados en bronce que ilustran la evolución de un embrión desde su concepción hasta el nacimiento. La colección forma parte de la extensa colección de arte moderno del hospital y da la bienvenida a los pacientes con un óvulo gigante que está siendo fertilizado por un espermatozoide, un bebé recién nacido de 14 metros de altura y todo lo que sucede entre medias de ambas escenas.

La impactante colección de arte de este hospital no solo está destinada a ayudar a los pacientes a mantener la calma sino a crear debate. Con esta obra, en concreto, los responsables han querido reflejar la misión de Sidra de cuidar la salud de las mujeres y de los bebés. Algo que parece obvio pero que no siempre se cumple. Además, estando situadas en un país en el que las posturas religiosas conservadoras rechazan la representación de figuras humanas la polémica ha estado servida desde el principio.

Tal y como declaró el artista a la prensa local cuando la instalación se dio a conocer en 2013, culturalmente se puede decir que es la primera escultura desnuda de Oriente Próximo. Ya entonces generó una oleada de protestas y las esculturas permanecieron cubiertas, según la versión oficial de las autoridades, para protegerlas de la construcción del hospital. Ahora que los úteros gigantes han vuelto a ver la luz del mundo, el hospital se prepara para las protestas convocadas.

No obstante, los implicados en la realización de esta obra que recrea algo monumental y, a la vez, algo esencialmente humano, se muestran contentos con el impacto creado y esperan que ayude a acerca posturas ideológicas entre oriente y occidente. Mientras tanto, lo que definitivamente sí han conseguido es dificultar la censura del cuerpo humano y el milagro de la vida.

FOTO: Instagram

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