No todos los pueblos costeros tienen que ser históricos y centenarios para ser bonitos. Hay una localidad costera que nació en Cantabria en los 90's y que enamora por su tranquilidad en temporada baja, por sus ambientazo en temporada alta, por sus playas idílicas y por su entorno privilegiado. Así es Noja, famoso por sus enormes arenales de arena blanca y fina y una de las villas marineras más disfrutonas del norte.
Noja nació en la década de los 90's, pasando de ser un asentamiento pequeño a convertirse en un importante núcleo turístico del norte de España. Por eso no cuenta con un casco antiguo ni con monumentos de gran valor histórico, pero eso no significa que no haya nada que ver allí.
La Plaza de la Villa es el alma de Noja, un espacio lleno de soportales para irse de bares, montar mercadillos, música en directo y muchos eventos durante el verano. En esta coqueta plaza está también la iglesia de Noja, un edificio sobrio y discreto que contrasta por su increíble altar barroco y por ser el edificio más alto de todo el pueblo.
Palacio de Albaicín
También quedan en pie edificios anteriores al boom turístico. El más destacado es el Palacio de Albaicín, una casa señorial del siglo XVIII que hoy ha sido reformulada como Casa de la Cultura. Sus jardines son espectaculares y están llenos de estatuas mitológicas. Otra parada obligatoria es la Casa-Palacio de los Velasco, el edificio histórico más representativo de Noja. Es privado y no se puede entrar, pero su fachada con escudos nobles merece la pena.
Casa-palacio de Velasco
El pueblo es coqueto y precioso, pero todo el que va a Noja lo hace por sus playas. La más popular es la Playa de Ris, protegida por dunas naturales y conectada con dos islotes a través de mangas de arena que aparecen en marea baja. Tiene mucho oleaje y los surfistas la adoran. Sin embargo, si buscas una opción más tranquila, la Playa de Trengandín es preciosa. Está llena de rocas que le dan un aspecto más salvaje, pero el baño es mucho más relajado.
Las dos playas está unidas por un sendero conocido como el Paseo de la Costa. Se trata de una ruta de menos de tres kilómetros muy fácil de hacer y muy entretenida, rodeada de acantilados, calas secretas y bosques de pinares, ideal para encontrar rinconcitos pintorescos e íntimos cerca del mar. Además, Noja tiene las marismas de Victoria y Joyel, un espacio protegido rico en aves migratorias, que podemos recorrer a través de senderos.
Noja no es un pueblo pesquero antiguo, pero es un pueblo pesquero precioso.
Fotos | On the beach Hotels, @ayuntamientonoja, Cantabria Rural, Turismo de Cantabria, Turismo en Cantabria.
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