Ya sabíamos que el pueblo con playa más bonito de España está en Girona, Calella de Palafrugell, pero ahora nos hemos enamorado de un pueblo, o mejor dicho, de lo que fue un pueblo, que nos ha dejado sin aliento: Susqueda. Este municipio quedó sumergido en los años 60 tras la inauguración del embalse que lleva el mismo nombre que el topónimo, pero a día de hoy sigue habiendo tres vecindarios, El Far, El Coll y Sant Martí Sacalm, que sobrevivieron a la inundación y que acumulan 97 habitantes.
El Far
Vistas desde el Santuario de Far | Foto de Ángela Llop vía Flickr
La primera parada que puedes hacer en Susqueda es El Far, donde se encuentra uno de los miradores más espectaculares de toda Cataluña, como señalan en el blog Costa Brava's. Además, justo en esta localización está el santuario del mismo nombre, del siglo XII. A tus pies, a 1223 metros de altitud, tendrás el río Ter, las montañas de las Guillerías, el pantano de Susqueda, el valle de Sau...
El Coll
Unos metros más abajo que El Far se encuentra el vecindario de El Coll. En concreto, a 850 metros de altitud. En este punto podrás disfrutar de las vistas al Valle de Osor, no sin antes pasar por la coqueta parroquia de la Mare de Déu.
Sant Martí Sacalm
El Far visto desde Sant Martí de Sacalm | Foto de Josep María Viñolas Esteva vía Flickr
Por último, hay que tener en mente Sant Martí Sacalm, que se encuentra a los pies de la montaña conocida como el Cingle del Far, en el Valle de Amer. Este accidente geográfico se divisa además desde cualquier punto, como aclaran en la web del valle, sobre todo teniendo en cuenta la peculiaridad de su perfecta pared de piedra que mira hacia el oeste. En lo alto es precisamente donde se encuentra el Santuario de Far.
¿De qué puedes disfrutar desde aquí? Pues de una increíble ruta de senderismo que parte de Sant Martí de Sacalm, así como de un ratito de calma en la placeta y por supuesto de sus vistas al pantano. Además, también puedes hacer una visita a la iglesia parroquial.
El crimen del pantano de Susqueda
Nada más leer el nombre del pueblo, uno de los muchos ficheros que almacenamos en nuestra cabeza empezó a vibrar porque había algo que nos decía que Susqueda nos sonaba de algo y es que en 2017 se cometió un crimen, aún sin resolver aunque con sospechosos, que consternó a España: los asesinatos de Marc Hernández, de 23 años, y Paula Mas, de 21, que el 24 de agosto desaparecieron cuando fueron a hacer una escapada rural, una actividad de la que disfrutaban habitualmente. El destino en este caso era el pantano de Susqueda.
A pesar de que la alerta de su desaparición fue prácticamente inmediata por parte del círculo de la pareja y que las labores de búsqueda comenzaron tan pronto como fue posible, a pesar de que sus enseres se fueron recuperando con rapidez, sus cuerpos no aparecieron hasta bastante más tarde: el de Paula un mes después y el de Marc pasado un tiempo.
Un vecino de la zona fue encarcelado y estuvo en prisión durante un año, Jordi Magentí, que en 1997 había matado a su exmujer y que además tenía armas en casa, varios testigos oyeron disparos la noche en la que los chicos fueron asesinados.
Sin embargo, y a pesar de que diferentes pruebas apuntaban a él, estas no fueron suficientes para condenarlo y mantenerlo en prisión. Además, la teoría actual pivota entre él y su hijo, ya que una de las hipótesis es que los jóvenes descubriesen la plantación de marihuana que este tenía en la zona y decidiera acabar con la vida de ambos por ello.
Fotos | Josep María Viñolas vía Flickr, Ángela Llop vía Flickr y Josep María Viñolas vía Flickr
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