Cuenca es mucho más que las casas colgadas de su capital. La provincia esconde zonas de vasta naturaleza como las lagunas de Cañada del Hoyo en Las Torcas, la Ciudad Encantada o el espectacular Ventano del Diablo.
También esconde una gastronomía única (nuestros compañeros de DAP pudieron disfrutarla durante 48 horas) y en la provincia, lugares que parece que se han parado en el tiempo. Pueblos cargados de historia como el pueblo medieval del que te hablamos hoy: Alarcón.
Ubicado en mitad del río Júcar y a menos de dos horas de Madrid, Alarcón es un destino perfecto para una escapada de última hora para un puente o un fin de semana para el que aún no tengamos planes. Este pequeño pueblo que parece congelado en el tiempo, esconde mucha historia entre sus calles.
Alarcón, el pueblo medieval perfecto para una escapada
Alarcón, declarado Conjunto Histórico Artístico por su belleza y su armonía, Alarcón es un pequeño y encantador pueblo rodeado por la muralla ubicado junto al embalse del mismo nombre.
No solo podremos pasear por sus calles, disfrutar de la Plaza del Infante Don Juan Manuel, el Centro de Arte Pintura Mural de Alarcón o las iglesias de Santa María y de Santo Domingo de Silos, algunos de los puntos clave para conocerlo.
También podemos aprovechar la escapada para descubrir el embalse, disfrutar de sus “playas” de interior y practicar todo tipo de deportes acuáticos como kayak, piragüismo o paddlesurf entre otros, pero sin duda el mayor atractivo de Alarcón es su castillo medieval, motivo más que suficiente para planificar una escapada para conocer la fortaleza.
El Castillo de Alarcón
Ubicado sobre la hoz del Júcar se eligió ya en la época árabe esta zona como lugar de asentamiento. Su foso natural y su atalaya eran clave para controlar el terreno cuando los árabes levantaron la primera fortaleza.
El castillo de Alarcón, imponente desde lo alto del peñasco Pico de los Hidalgos, parece dominarlo todo y es uno de los mejor conservados de España, al igual que sus murallas. Alarcón bien podría haber sido escenario de Destino de caballero o de cualquier otra película ambientada en la Edad Media.
Aunque conserva parte de su aroma musulmán, las posteriores reformas medievales tras la reconquista corrigen su estructura, ahora de planta cuadrada. Tiene más de trece siglos de historia y se conservan muchas estructuras de la época, desde la muralla al propio castillo.
La Puerta del Campo, la Puerta del Calabozo o la Puerta del bodegón aún se conservan, y una de las zonas más impresionantes es la Torre del Homenaje. De aspecto renacentista y almenas rematadas en punta de flecha, hace de este lugar una mágica vuelta al pasado en la que ahora hasta podremos dormir. El Parador de Alarcón, con precios desde 186 euros la noche en habitación doble, ocupa ahora el castillo y nos permite vivir la experiencia desde dentro.
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Lo mejor de Alarcón: sus vistas
Pero no habrás visto Alarcón si no lo haces desde la distancia, con una vista panorámica del pueblo medieval y de la espectacular naturaleza que le rodea. Antes de llegar al pueblo haz una parada en el mirador situado cerca de la Torre del Campo. Desde ahí tendrás una espectacular vista del castillo, el pueblo y el meandro del Júcar.
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Fotos | iStock, Turismo Castilla-La Mancha
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