Una de mis actividades favoritas, cuando vuelvo de vacaciones, es fantasear con mi siguiente escapada y, para eso, National Geographic es mi Biblia. Lo que ellos digan, yo lo hago. Ayer volví al trabajo después de las vacaciones así que, esa misma tarde, me puse a buscar a dónde escaparme en cuanto pudiera. Y, como no podía ser de otra manera, la revista de viajes más famosa me dio la respuesta.
Se trata de Hondarribia, un precioso pueblo en la frontera con Francia al que consideran la mejor opción para viajar en septiembre. Lo visité alguna vez, cuando vivía en Bilbao, pero nunca en septiembre u otoño. Desde que vivo en Galicia echo de menos viajar al País Vasco así que, sí, me han convencido: ya tengo destino para una escapada rápida el mes que viene.
"La silueta de un pueblo de oro, con campanario agudo, al fondo de un golfo azul, en una extensión inmensa" si esta descripción que hizo Victo Hugo de Hondarribia no os convence, igual que a mí, no sé qué lo hará. La realidad es que, este precioso pueblo, a unos 20 kilómetros de San Sebastián es una buena opción durante todo el año.
Pero, ¿por qué visitarlo en septiembre? Lo primero, porque el tiempo acompaña, pero hay menos turismo y podrás visitarlo de forma mucho más tranquila. Pero, además, National Geographic señala otros cinco motivos.
Para empezar, es el momento perfecto para recorrer su casco medieval repleto de adoquines y edificios históricos. Además de poder ver en todo su esplendor los famosos balcones floridos del pueblo. Las playas de Hondarribia - y, para qué engañarnos, de los pueblo de alrededor - son otro gran motivo.
No sé vosotros, pero mi momento preferido para visitar playas es en otoño. En cualquier caso, si el tiempo todavía acompaña, igual podemos darnos un baño. 10 de 10. Además, ya que visitamos las playas de la costa, podemos recorrer los pueblos de la zona.
El monte Jaizkibel es otro de los grandes atractivos de Hondarribia, pero visitarlo en pleno verano no es tan buena opción cuando las temperaturas son altísimas. Septiembre, con sus temperaturas algo más templadas, es el momento perfecto para hacernos alguna ruta por la montaña.
Por supuesto, como siempre que viajamos al País Vasco, la comida es un motivo de peso. En este caso, los pintxos en la Marina son el mayor atractivo. Si con eso todavía no te has convencido, te damos una última razón: el día 8 de septiembre se celebra el Alarde, una fiesta tradicional a la que se suma todo el pueblo. Es verdad que vamos ya un poco en tiempo de descuento, pero, no me digáis que no estáis deseando volver a escaparos.
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Fotos | Wikimedia Commons
