Un estado de somnolencia total se desencadena en mi cuerpo durante la sobremesa, el momento ideal para teclear estas palabras. Sin embargo, a estas horas prefiero soñar despierta, ya que es lo único que me puedo permitir en el momento. Físicamente estoy sentada a la mesa con la estufa puesta, pero mentalmente me encuentro de viaje en Castro Caldelas, la villa medieval más bonita de Galicia, en Ourense, según National Geographic, que poco tiene que envidiarle al rincón de la comunidad favorito de Sara Carbonero.
Un pueblo con un increíble castillo en la Ribeira Sacra
Fue en 1998 cuando el casco antiguo de Castro Caldelas, en la provincia de Ourense, a la que también te puedes mudar para conseguir cobrar por vivir allí, consiguió la distinción de conjunto histórico-artístico según la página web de la Ribeira Sacra. En esta zona del pueblo destaca el Castillo de los Condes de Lemos, que domina el horizonte de forma majestuosa, mirando de reojo a la ribera del río Edo, y las calles del Sol y Grande, los dos caminos que conducen a la fortaleza. Como no podía ser de otro modo, se trata de vías empedradas y serpenteantes.
El bastión defensivo de Castro Caldelas data de finales del siglo XIV y el encargo partió del VII Conde de Lemos, Pedro Fernández de Castro. A día de hoy se conservan en buen estado la Torre del Reloj, la del Homenaje y el Patio de Armas.
Por otra parte, al igual que comentan en la página de la Asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España, una parada fundamental es la Plaza del Prado, que sirve de entrada precisamente a ese casco antiguo plagado de casonas donde los blasones se convierten en el mejor must have decorativo e histórico que habla a la perfección de un pasado que aún se encuentra presente en Casto Caldelas.
Castro Caldelas para disfrutar y saborear
Y a pesar de que esta villa orensana bien merece la visita solo por caminar por sus calles empedradas y empaparse de su tradición medieval, también tiene otros atractivos como su destacada Fiesta de los Fachós, como comentan en la web del Concello de Castro Caldelas, que se celebra la noche del 19 de enero en honor a San Sebastián procesionando alrededor del castillo con largas antorchas hechas de paja.
Y si hay algo que grita Galicia Calidade a los cuatro vientos, esa es la gastronomía de la comunidad autónoma, que en esta villa se traduce en unos ricos platos de ternera de raza Caldelá y el jamón curado de la zona además de su tradicional bica, un bizcocho tradicional que comería con gusto en el desayuno, la merienda o como postre.
Fotos | José Ramón López vía Flickr y Manuel B. Guerra vía Flickr
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