Algo bueno tendrás o harás cuando consigues que National Geographic ponga sus ojitos en ti, y eso es lo que le ha pasado al pueblo tarraconense de Altafulla, una villa que cuenta con un castillo y una muralla medieval, donde las huellas de Tarraco aún siguen muy presentes y con una playa de ensueño. Y ahora en serio, después de esto, ¿te queda alguna duda de que esta se puede convertir en una escapada perfecta para esta primavera o verano? Pues tranquila, que si es así te las acabamos de despejar.
Una visita a Vila Closa
Vila Closa, Bien Cultural de Interés Nacional desde 1998, es la zona de Altafulla que se encuentra en el recinto amurallado del municipio y la gran parte de las viviendas que están allí se construyeron a lo largo del siglo XVIII.
La muralla se remodeló entre los siglos XVII y XVIII y detrás de la zona de la Iglesia de Sant Martí hay un bloque de piedra de Colsero de la época romana, como informan en la web de Turismo de Altafulla.
Existe la posibilidad de hacer visitas guiadas a Vila Closa. Estas rutas suelen tener una duración de 1h30 y el precio de la excursión es de 4 euros por persona (libre para menores de 12 años). La visita debe reservarse con antelación a través de la Oficina de Turismo local.
La villa romana de Els Munts
Foto Besides the obvius vía iStock
Esta reminiscencia de la época del Imperio Romano se encuentra muy cerquita de la playa de Altafulla y data del siglo I d.C. Fue el lugar de residencia del gran mandatario de Tarraco Valerius Avitus Caius y su esposa Faustina.
En 1967 el Museo Arqueológico de Tarragona inició sus excavaciones y este mismo sigue organizando visitas teatralizadas en verano. Els Munts forma parte del conjunto arqueológico de Tarraco, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000.
El Castillo de Altafulla
Foto de siur vía iStock
También conocido como palacio de los Montserrat, esta fortaleza del 1059 está abierta al público desde 2019 y es un edificio declarado como Bien Cultural de Interés Nacional.
En la actualidad destaca su patio interior, donde hay una magnífica galería renacentista. Aunque es un castillo de estilo románico, debido a las renovaciones que ha ido soportando ha ido perdiendo su esencia. El siglo XVII fue un punto de inflexión, ya que se renovó toda su estructura.
Puedes visitarlo el primer martes y el último sábado de cada mes, a excepción de Semana Santa y verano, que es cuando la familia propietaria pasa allí sus periodos vacacionales.
La tranquilidad de la playa de Altafulla
Foto de Xavier Lorenzo vía iStock
Como comentan en la web del municipio, su playa es uno de sus mayores atractivos. Arena fina y dorada, clima mediterráneo y aguas turquesas con el distintivo de la Bandera Azul, por supuesto. Es que todo se presenta como la alternativa ideal para que se cuele entre nuestras escapadas favoritas para hacer en pareja.
1100 metros de paraíso donde es posible practicar deportes acuáticos entre los que destaca la vela. De hecho, Altafulla ha acogido diferentes campeonatos de esta modalidad.
Fotos |Wikimmedia Commons, siur vía iStock, Besides the obvious vía iStock y Xavier Lorenzo vía iStock
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