Te proponemos el siguiente ejercicio: imagina que no estás ahora mismo ahogado por la rutina sino al aire libre, rodeado de montañas. El aire huele a verde y solo se oye el rumor del agua. Además, metes el pie en ella y... sorpresa: el agua está templada. No, no estás (solo) soñando, sino en la Fuente de los Baños de Montanejos, un rincón donde la naturaleza ha hecho su propia versión natural de un spa.
Con una temperatura constante de 25 °C durante todo el año, estas aguas termales son la joya de la corona de Montanejos, en el interior de la provincia de Castellón. Brotan del río Mijares, a 6.000 litros por minuto, y están reconocidas desde 1863 por sus propiedades medicinales. No hace falta ser amante del termalismo ni tener ninguna afección para disfrutarlo: basta con dejarse flotar en esta poza cristalina de tonos verdosos entre las paredes de roca caliza de una garganta natural que se eleva quince metros.
En invierno, el vapor que se eleva sobre el agua crea un efecto casi místico. Es un lugar tan perfecto y bien cuidado que la Fuente de los Baños ha sido premiada con Bandera Azul. De hecho, la primera playa continental de la provincia de Castellón y la única en España que la recibe por un cauce termal.
Pero Montanejos es mucho más que un chapuzón de calma. Es también un destino activo. Las rutas que parten del pueblo (como la de Los Estrechos del Mijares o el sendero circular de la Bojera) invitan a perderse entre miradores, túneles naturales y cascadas escondidas. Además, cuando el hambre aprieta, lo suyo es rematar el día con un plato de olla montanejana o unas gachas dulces, recetas típicas y con sabor a cocina de la abuela.
No obstante, quien busque más tranquilidad puede pasar por el Balneario de Montanejos, un heredero más moderno de la historia termal del lugar, o simplemente pasear por las calles estrechas y empedradas del pueblo de Montanejos, donde el tiempo parece haberse detenido. Mientras que, en verano, el ambiente se llena de vida; en otoño, el paisaje se tiñe de tonos ocres y la experiencia roza lo cuadro de museo.
Por cierto, si las leyendas te pierden, hay una que cuenta que el rey moro Zeit-Abu-Zeit mandó construir estos baños para que las mujeres de su harén conservaran la belleza. No sabemos ni si es cierto ni si funciona, pero, por si acaso, un chapuzón nunca sobra. Lo único que tienes que hacer es poner rumbo a Montanejos, un spa gratuito que lo pone la naturaleza y donde el silencio es la banda sonora.
Foto de portada | Turismo de Montanejos
En Trendencias | Las 35 escapadas románticas por España para hacer en pareja en las que quizá no habías pensado
Ver 0 comentarios