Tiron Alexander, un hombre de 35 años de Florida, fue condenado la semana pasada por haber viajado más de 120 veces gratis en aerolíneas haciéndose pasar por asistente de vuelo. Esta estrategia la empezó a llevar a cabo en 2018, donde conseguía viajar a diferentes lugares del mundo sin pagar, y es que según la fiscalía reservó fraudulentamente más de 120 vuelos en cuatro aerolíneas a Atlanta, Dallas, Las Vegas, Los Ángeles y demás destino.
Según la investigación, entre 2018 y 2014 Alexander utilizó datos laborales falsos para tener acceso a billetes de avión de forma gratuita, un beneficio exclusivo resguardado para el personal que trabaja en las aerolíneas como son los pilotos o los azafatos de vuelo.
En total, se concluyó que voló 34 veces con una sola aerolínea, Spirit Airlines, y accedió de forma ilegal a ciertas zonas restringidas de aeropuertos, utilizando siempre documentación falsa con números de placa inventados. Pero no solo eso, además de esta aerolínea, Alexander llegó a fingir que trabajaba para otras seis compañías más. En total habría presentado más de 30 número de placas y fechas de contratación falsas.

El caso fue investigado por la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), junto con la Fiscalía del Distrito Sur de Florida. Y aunque el jurado federal dictó la acusación formal en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida en octubre, Alexander no fue detenido hasta febrero, cuando intentaba volar de San Francisco a Australia.
Eso sí, hay algo de verdad en esta historia en la que se hacía pasar azafato de vuelo. Según los documentos, habría trabajado como auxiliar de vuelo para dos aerolíneas regionales entre 2013 y 2015. Desde entonces, además de viajar gratis de forma ilegal también habría intentado volver al mundo de la aviación postulándose a la academia de pilotos de Alaska Airlines en 2022 así como a puestos de asistente de vuelo en Alaska y Delta en 2024.
La sentencia está prevista para el mes de agosto, pero de momento ha sido condenado por cuatro cargos de fraude electrónico. Cada uno de ellos podría conllevar una pena máxima de 20 años de prisión. A esto le sumamos un plus por el acceso fraudulento a esas zonas seguras del aeropuerto que supondría una pena máxima de 10 años de cárcel. Además, cargo también podría conllevar una multa máxima de 250.000 dólares.
Fotos | Pixabay en Pexels, RAFAEL QUATY en Pexels
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