¿El autismo en las mujeres es invisible? Estas son las consecuencias de crecer sin diagnóstico y así podemos evitarlo

En Upeka by Aegon analizamos cómo el machismo invisibiliza a las mujeres en la psicología 

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La historia no miente y es que siempre las mujeres hemos estado en un segundo plano tan olvidado que apenas hemos tenido protagonismo en ámbitos como ciencia, literatura o incluso política. Gracias al avance de ideología, esto ya cambiado y cada vez estamos más presentes, pero ese olvido eterno ha causado estragos en muchos aspectos como en que vamos a tratar a continuación.

La concienciación es uno de los principales objetivos del programa Upeka by Aegon y es que gracias a sus episodios podemos dar voz a causas como la visibilización del autismo como ha ocurrido esta última semana. Hemos contado con invitadas de lujo como es Noemí Navarro que vive tanto en sus carnes como en las de su familia el autismo de lleno y gracias a ella hemos podido abrir un melón importantísimo: el diagnóstico invisible de la mujer autista. Si ya de por si la medicina siempre ha pensado más en el cuerpo masculino que en el femenino, respecto a la mente es mucho peor puesto que los problemas de salud mental en ellas siempre ha sido achadado a histeria o incluso a enloquecer mientras que en los hombres ya se hablaba de depresión u otros síndromes.

Muchas niñas autistas que han crecido sin ser diagnosticadas, no han tenido el mismo apoyo que los chicos en cuanto a herramientas y eso ha dificultado mucho el dar con una respuesta final. La mayoría de síntomas como cansancio a socializar siempre se achaca a otras patologías como ansiedad pero en el caso de Noemí es por autismo y gracias a visibilizarlo en redes, muchas chicas se han animado a realizarse exámenes y se daban cuenta de que ocurría lo mismo. Esa sensación de no encajar o no tener un grupo determinado de amigos puede crear soledad pero en el caso de los autistas no siempre es necesario y aprender a disfrutar de uno mismo es crucial.

Las personas que se identifican con el género femenino suelen ser más propensas a cumplir ciertos estándares que la sociedad ha establecido. Por ejemplo una niña que está más calladita, que no es de tener muchos amigos o incluso que no sale al patio del colegio se ve como normal o incluso como gesto de madurez, algo que en los niños crearía automáticamente una alarma de que algo no marcha bien. El sesgo de género es determinante en la identificación del autismo y debemos dejar de pensar en qué hay comportamientos asociados a hombres o mujeres y aplicar los mismos exámenes a ambos grupos.

Sin duda hay que acabar con la discriminación incluso en la sanidad. Y tú, ¿Sabías que ocurría esto?

Imágenes | @upeka_oficial y Foto de Antor Paul en Unsplash 

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