Nacho Viñau
EditorCon mayo avanzando a la velocidad de crucero se aproxima uno de los momentos más esperados del año por los jubilados españoles, el ingreso de la paga extra de junio. Esta prestación forma parte del sistema de 14 pagas anuales del sistema público de pensiones, y sin duda supone un importante balón de oxígeno para la economía de los jubilados justo cuando los gastos estivales comienzan a aumentar.
La Seguridad Social ha confirmado que la paga extra de verano se ingresará a los pensionistas entre el sábado 21 y el miércoles 25 de junio. Aún así, y pese a que el máximo para ver ingresada la paga en la cuenta bancaria es el día 25, lo cierto es que muchas entidades bancarias suelen adelantar el ingreso, por lo que la mayor parte de los pensionistas tendrán el dinero en su cuenta incluso antes del día en el que el Estado comienza a realizar el pago.
Cómo se paga la extra de verano
La paga extra de verano se abona de forma conjunta con la pensión ordinaria común del mes de junio, por lo que en lugar de haber dos abonos en cuenta por separado, las personas jubiladas recibirán una transferencia del Estado con el importe total de ambas. Y la cuantía de la paga extra de junio es exactamente igual a una mensualidad ordinaria. Así, si un pensionista cobra 1.100 euros al mes, en este caso recibirá un ingreso de 2.200 euros.
Lo que sí que es importante aclarar es que si la pensión supera determinados límites, puede estar sometida a retenciones de IRPF, por lo que al final, el pensionista verá cómo se reduce ligeramente el importe neto que aparece en su cuenta bancaria. Una vez cobrada esta paga, la siguiente cita extra llegará en noviembre, cuando los pensionistas cobren la paga de Navidad.
¿Quién tiene derecho a cobrar la paga extra de verano?
Realmente, aunque la mayor parte de los pensionistas españoles reciben esta paga, hay algunas excepciones. En concreto, las personas que están cobrando una pensión derivada de un accidente de trabajo o enfermedad profesional no perciben estas pagas extraordinarias.
El motivo es que en estos casos, el importe anual de la pensión ya incluye esas pagas, aunque prorrateadas mes a mes. Eso conlleva que la pensión mensual sea algo más alta. Como conclusión, al final todos cobran lo mismo al final de año, aunque varía el modo de reparto.
Con más de 10 millones de pensiones contributivas en España, el impacto presupuestario de esta paga extra es enorme para el Estado, pero también lo es su importancia para la estabilidad financiera de una parte significativa de la población y de las personas a las que ayudan. No hay que olvidar que las personas jubiladas se han convertido en muchos casos en un apoyo económico importante para otros miembros de la familia que todavía están en edad laboral.
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