Beber agua puede que sea uno de los gestos más comunes y sencillos que realizamos en nuestro día a día, y al mismo tiempo, de los más importantes para nuestra salud.
El agua es el principal componente químico del cuerpo y representa aproximadamente entre el 50% y el 70% del peso corporal. El hábito de beber agua nos ayuda a eliminar toxinas, mantiene la temperatura corporal a niveles normales, protege los tejidos sensibles, lubrica y amortigua las articulaciones, entre otros muchos beneficios.
Algunos estudios han demostrado que la falta de agua puede afectar a las funciones cognitivas, al estado de alerta y a las capacidades físicas, mientras que otras investigaciones también relacionan la deshidratación con la pérdida de las funciones cognitivas tales como la pérdida de atención, como decíamos, a lo que habría que sumar la memoria y el tiempo de reacción. Esto es debido a que, si nuestro cuerpo no consume las cantidades de agua recomendadas diarias, el suministro de oxígeno al cerebro es menor y, por tanto, se produce una reducción del flujo sanguíneo a este órgano.
Algunos síntomas asociados a la deshidratación que añade la Academia Española de Nutrición y Dietética en su web son “cuando la pérdida de agua es del 2%, si no se calma la alta sensación de sed, puede aparecer dolor de cabeza, cansancio, disminución del rendimiento intelectual, falta de concentración, incluso problemas circulatorios”.
Sin embargo, el mecanismo de la sed no parece ser tan claro tanto para niños como para ancianos, por lo que consumirla en otros alimentos con frecuencia como son las frutas o las verduras será fundamental para mantener la hidratación correcta.
Beber agua, el hábito ayudará a tener mejor memoria
Lo cierto es que la edad, o, mejor dicho, el envejecimiento es una de las causas asociadas a la pérdida de las capacidades cognitivas. Algunas consecuencias pueden ser leves como la tardanza en hacer una tarea nueva, la disminución del razonamiento o los olvidos leves; pero también pueden aparecer problemas más graves como la demencia, la enfermedad de Alzheimer o el trastorno cognitivo leve.
Y, ¿haciendo un simple gesto como es beber agua puede ayudar a nuestra memoria? La respuesta, según este estudio es sí, por lo que lo mejor es que, si todavía no lo has hecho, te pongas manos a la obra y comiences a ser más estricto con la cantidad diaria que ingieres, así como crear un hábito por el cual nos resulte fácil hacer el gesto de beber agua.
Según la Academia Española de Nutrición y Dietética, la cantidad ideal es la de “2 litros para mujeres (2,3 en embarazadas y 3 en lactantes) y 2,5 litros para hombres. Sin embargo, estando incluido la que aportan los alimentos que se calcula que es entre el 20% y el 30% de media”.
Al traducir estas cantidades en nuestro día a día puede ayudarte a medir el número de vasos de agua que bebes. Por ejemplo, ocho vasos de agua al día, contando que la medida estándar de un vaso de agua son 250 ml, sería la cantidad idónea. Pero, además, aquí tienes otros trucos que te pueden ayudar a incorporar el agua en tu vida fácilmente:
- Tomarla siempre en las comidas
- Antes, durante y después de hacer ejercicio
- Momentos de temperaturas altas, entorno caluros…
- Y, por supuesto, cuando tienes sed
Fotos | Mikhail Nilov Teona Swift en Pexels e Instagram
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