Qué es el sexo intercrural: la práctica que cada vez practican más parejas por sus beneficios sobre los encuentros convencionales

Una nueva forma de ver la sexualidad en pareja con ventajas que no imaginabas

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En el mundo de la sexualidad, la diversidad de prácticas y preferencias continúa expandiéndose a medida que las personas buscan maneras de disfrutar de la intimidad de forma segura, placentera y emocionalmente satisfactoria. Una de estas prácticas ha empezado a ganar mayor visibilidad, sin embargo, muy pocos la calificarían como un encuentro sexual como tal, ya que no existe la penetración.

El sexo intercrural, también llamado "sexo interfemoral", es una práctica sexual en la que una persona coloca su pene entre los muslos de su pareja y realiza movimientos de fricción para lograr placer mutuo, sin embargo, como parte de esta práctica, no se incluye en ningún momento la penetración vaginal, anal u oral.

El término tiene raíces en las palabras latinas "inter", que significa "entre", y "crural", que se refiere a las piernas o muslos. Aunque no es un concepto nuevo, ya que se practicaba en diversas culturas antiguas, en los últimos años ha surgido como una opción viable y respetada en el contexto de la sexualidad moderna.

¿Por qué se ha vuelto popular?

Uno de los principales motivos por los que muchas parejas están adoptando el sexo intercrural es que ofrece una forma de intimidad sexual sin el riesgo asociado a las ITS transmitidas a través de fluidos corporales. Al no haber contacto directo con membranas mucosas (como ocurre en la penetración vaginal o anal), el riesgo de contagio de enfermedades como el VIH, la clamidia o la gonorrea se reduce considerablemente.

Además, dado que esta práctica no implica penetración vaginal, la posibilidad de un embarazo no deseado también se elimina, lo que la convierte en una opción para parejas que desean evitar el uso de métodos anticonceptivos en ciertos momentos.

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Para muchas parejas, el sexo intercrural es una forma de explorar nuevas maneras de conectar física y emocionalmente sin depender de las prácticas sexuales más convencionales. La estimulación por fricción, combinada con la proximidad y el contacto físico, puede ser extremadamente placentera para ambas partes.

Sobre todo, este tipo de prácticas representa varios beneficios además de los físicos, el sexo intercrural puede fortalecer la conexión emocional entre las parejas, debido a que requiere un alto nivel de comunicación y consentimiento, lo que fomenta la confianza y el entendimiento mutuo.

Asimismo, esta práctica puede ser ideal para parejas que buscan formas de acercarse íntimamente mientras lidian con desafíos relacionados con la penetración, como dispareunia (dolor durante el coito) o disfunciones eréctiles.

Como en cualquier aspecto de la sexualidad, la clave está en el consentimiento y en el respeto mutuo. Algunas personas pueden encontrar que esta práctica no les resulta satisfactoria o que no cumple con sus expectativas en términos de placer sexual. Sin embargo, para muchas parejas, representa una forma innovadora de expandir su repertorio íntimo.

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