Mientras los humanos sufrimos una epidemia de soledad, los estorninos hacen amigos para toda la vida. Quizá podemos aprender de los pájaros

Aunque hay animales que viven en grupo para protegerse, por ejemplo en desplazamientos como el de los alces de Suecia, a niveles generales la sociabilidad en los animales se reduce al ámbito familiar o a la más absoluta individualidad. Esto es algo que ve especialmente en la crianza de la que se encargan solo los padres o aquellos con vínculos de sangre. Menos si hablamos del Lamprotornis superbus o estornino soberbio, un pájaro africano que ha venido a darnos una lección a todos los humanos.

Amistad entre estorninos. Lo que ha descubierto este reciente estudio de campo publicado por la revista Nature sobre el estornino soberbio africano, es que este pajarito parece tener una especie de relación de amistad con otros pájaros porque ayudan a cuidar a las crías de aves con las que no tienen parentesco. Los investigadores analizaron dos décadas de datos para demostrar que los miembros no emparentados de una bandada de estos estorninos se ayudan mutuamente en la crianza de sus polluelos. Se intercambian los roles y mantienen una relación durante años, mostrando un comportamiento desconocido como asegura uno de los autores, Dustin Rubenstein, profesor de ecología en la Universidad de Columbia.

Los estorninos soberbios se reproducen cooperativamente como afirmó Alexis Earl, bióloga de la Universidad de Cornell y coautora del artículo. Lo que hacen es convivir en grupos que mezclan diferentes familias con lo que la experta llama “ inmigrantes de otros grupos”. Así, el estudio ha observado que los nuevos padres tienen hasta 16 pájaros que les ayudan, aportando alimento extra a los polluelos y ahuyentando a los depredadores. Se observó que los pájaros iban turnándose en "reproductores" o "ayudantes" y esta asistencia recíproca escapaba del parentesco genético. Las aves ayudaban a sus parientes y a los que no lo eran, de la misma manera. “Los estorninos invierten constantemente en las mismas parejas sociales preferidas a lo largo de sus vidas”, afirmaba Earl. “Para mí, eso suena a amistad”, añadía.

Según Rubenstein, existen ciertos paralelismos con la trayectoria evolutiva de los humanos, ya que procedemos de un linaje de simios sociables que se reproducían cooperativamente. Estas relaciones de ayuda recíproca son una forma de construir lazos entre ellos, como si se estuviera construyendo una especie de comunidad en la que es habitual echarle una mano a quien tienes al lado. Como una relación de amistad humana en la que tu mejor amiga te pide que te quedes con su hijo para tener una cita romántica con su pareja, y tu aceptas encantada. Los pájaros también lo hacen, y de hecho parece que algo mejor que nosotros, que atravesamos una “epidemia de soledad” como nunca antes.

La epidemia de la soledad humana y su contraste ornitológico. Según el Barómetro de la Soledad No Deseada 2024, el 20% de la población española sufre soledad no deseada. A nivel mundial, casi una de cada cuatro personas mayores de 15 años se siente bastante o muy sola. El concepto “epidemia de la soledad” ha dejado de ser una tendencia para convertirse en un problema de salud pública mundial según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada vez somos más conscientes de lo solos que estamos y de lo que esa soledad puede hacernos, y justo ahora descubrimos que, mientras nuestras conexiones sociales menguan, las de los estorninos crecen.

Lo que podemos aprender de los estorninos. Lo que demuestra este estudio es que los estorninos son capaces de conseguir conexiones sociales profundas haciendo algo cuyo poder se nos olvida: ayudar a otros. El 76% de las personas que ayudan a otros, afirman que su estrés se reduce y se sienten menos solos. Ayudar a otros reduce la soledad y es algo que se ha comprobado científicamente. Por ejemplo, este estudio siguió durante 12 años a 5.000 adultos y encontró que aquellos que realizaron voluntariado tenían un 45% menos de riesgo de experimentar soledad en comparación con el resto.

Ayudar a otros es una de las formas más efectivas y naturales de crear vínculos significativos y amistades. Haz como los estorninos soberbios. Quizá es la llave para no sentirte tan solo.

Fotos | Zoológico Wilhelma, Stuttgart (imagen de Dennis Irrgang de Alemania); Praktstær via Encyclopedia of Life; Carolina en Unsplash

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