John Gottman y Julie Schwartz Gottman llevan casados más de 35 años. Este dato por sí solo no sería noticia si no habláramos de que ambos son psicólogos y especializados en relaciones de pareja, y que han explicado en la entrevista reciente en la CNBC la clave del éxito de su matrimonio, algo que en estos tiempos es todo un logro.
Y es que en más de una ocasión te hemos explicado que el amor no es la llave de relaciones exitosas, aunque sí es necesario. Según la ciencia existen aspectos que las parejas que más duran tienen en común, como compartir valores y creencias. Pero hay algo que a John y Julie les ha funcionado a lo largo de los años y tiene que ver con cómo manejan las discusiones.
No discutir cuando estamos emocionalmente desbordados
Ellos mismos admiten que como pareja, cometen errores. En sus propias palabras, “discutimos, nos frustramos, nos gritamos. Somos humanos. Pero hay algo que hemos aprendido a no hacer nunca: pelearnos cuando estamos emocionalmente desbordados.”
Así, confiesan que su truco es controlar el desbordamiento emocional. En sus propias palabras, “el desbordamiento emocional se produce cuando uno se siente psicológica y físicamente agobiado”, lo que impide que se tengan conversaciones productivas.
De hecho aseguran que este, es un patrón común en las parejas infelices, igual que la inflexibilidad es la razón por la que más parejas fracasan. A nivel psicológico, “cada persona tiene su propio contador incorporado que mide cuánta negatividad y miedo puede asimilar en un solo momento. Cuando es demasiado, el sistema nervioso se sobrecarga y entramos en modo 'lucha o huida'”, lo que como decíamos, dificulta una comunicación adecuada.
Cómo saber si estamos emocionalmente desbordados
Percibir que estamos en pleno desbordamiento emocional y comunicárselo a nuestra pareja para “aplazar” la discusión, es un síntoma de una correcta responsabilidad afectiva. E identificar cuándo sucede es más sencillo de lo que pueda parecer.
Ellos mismos explican algunos signos de desbordamiento emocional que podemos identificar a nivel físico, como un aumento en la frecuencia cardíaca o apretar los puños o la mandíbula durante la discusión. Cuando nos desbordamos nos cuesta además escuchar a nuestra pareja y concentrarnos en algo que no sea lo que estamos pensando. Además, si estamos desbordados emocionalmente queremos gritar, ignorar a nuestra pareja y hasta decir algo negativo de lo que luego nos podemos arrepentir.
Si nos dejamos llevar por el desbordamiento sin frenar la situación, los expertos advierten que podemos dañar la confianza de la pareja y la nuestra, además de que ese comportamiento “afecte a los cimientos de la relación”. Si se produce de manera habitual, terminaremos por evitar la comunicación, un pilar fundamental si hablamos de relaciones de pareja.
Cómo evitar la situación
Nos lo explicaba María Esclapez en su libro Me quiero, Te quiero: tenemos que identificar esas emociones y gestionarlas, siendo sinceros y comunicándoselo a nuestra pareja por ejemplo con “Ahora mismo me siento desbordada y no quiero decir algo de lo que me arrepienta. Sé que es importante que hablemos de esto, pero ¿podemos hacerlo en un par de horas cuando me haya calmado?”.
Me quiero, te quiero: Una guía para desarrollar relaciones sanas (y mejorar las que ya tienes) (Bruguera Tendencias)
John Gottman y Julie Schwartz Gottman hablan de que es momento de hacer algo que nos distraiga y nos calme, para hablar después cuando ambos estéis calmados. No se trata de no discutir, sino de discutir mejor.
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