La espera ha merecido la pena. Después de casi un año y medio, han vuelto los Bridgerton y su segunda temporada nos ha gustado más aún que la primera. Nuestros hermanos favoritos llegan coincidiendo con el comienzo de la temporada en Londres. Este año se presenta en sociedad nuestra querida Eloise y parece que Anthony (Jonathan Bailey) se ha propuesto buscar esposa. Hay dos nuevas chicas que le toman el relevo a Daphne como protagonista: Kate y Edwina Sharma. Y Nicola Coughlan (Penelope Featherington), sigue llevándose toda nuestra atención.
Es obvio que la serie será maratón obligado para muchos este finde, pero por si dudas, recopilamos los puntos que nos han conquistado a nosotras. Sin spoilers.
Más tramas
La temporada dos sigue con la estructura de los libros que anticipó la uno, relatando la versión audiovisual del segundo libro, pero lleva más allá las tramas. Por una parte lo consigue gracias a que ya conocemos a la mayoría de personajes, pero por otra, lo logra con un cambio de enfoque. Según los expertos de Espinof, se centran en desarrollar el vínculo entre los nuevos protagonistas. Y lo hacen de forma brillante, enganchando, pero sin resultar frustrante. Hay tensión y esta hace de gancho para los que no han leído la novela. Si has caído en los libros (mi caso), funciona igualmente pues la serie se permite la interpretación propia y altera diferentes elementos.
Más comedia
Los detalles humorísticos crecen en esta segunda entrega y esto se nota en momentos como la partida de cricket o conversaciones entre los hermanos.
Más feminista, inclusiva y diversa
Los guiños de reflexión feminista ya eran comunes en la temporada uno, pero en esta lo son aún más. La serie aprovecha el pasado para comentar el presente y evoca la desigualdad de género contemporánea. Parece seguir equiparando los desnudos femeninos y los masculinos. Y vuelve a mostrar una sociedad gobernada por mujeres. Aunque es inevitable preguntarse qué pasaría si fueran más allá también con el tema del feminismo y eliminaran las desigualdades, es comprensible que no se haga por cancelar la trama original de la escritora.
También continúa con la inclusión que mostró en sus comienzos contando con personajes de otras razas, a pesar de tratarse de una serie de época. Su productora Shondaland practica castings "a ciegas" en cuanto a temas de raza y etnia se refieren.
Más lookazos
El asombroso armario de la serie se componía de nada menos que 7,500 piezas en la primera temporada y en esta el nivel no baja. Recordemos que la producción cuenta con 230 personas dedicadas al vestuario que destaca por su punto actual.
Más musicote
Ya te lo adelantamos hace unas semanas. La trama sigue desvinculándose de otros hitazos del género tipo Jane Austen y acercándose a nuestra amada versión de Maria Antonietta de Sofia Coppola. Rihanna, Madonna, Billie Eilish, Harry Styles... Es una auténtica maravilla.
Por buscarle algún punto a la i, lo que menos me ha gustado es la reducción considerable de escenas sexuales. En general, daban un punto hot a la trama. Aunque esto no me ha impedido sumergirme durante dos días en su universo alternativo apastelado.
Fotos | Netflix
