Todo comenzó con publicaciones en redes sociales en donde los estudiantes de la UNAM, la máxima casa de estudios superiores de México denunciaran que en las instalaciones de la Universidad hayan sido atacados por insectos que les provocaron malestares como comezón en la piel, y bastaron sólo unos cuantos días para que la Universidad Nacional Autónoma de México lo confirmara a través de un comunicado oficial: se habían detectado chinches de cama es las aulas de sus centros.
Lejos de ser un suceso exclusivo del continente americano, también en Europa está teniendo lugar en estos momentos una epidemia de estos pequeños hemípteros: se enfrentan a la mayor plaga de chinches desde la Segunda Guerra Mundial.
Si bien las chinches no representan riesgos de transmisión de enfermedades infecciosas a los humanos, lo cierto es que pueden llegar a ser molestas, ya que se alimentan de la sangre de otros seres vivos, provocando irritación en la piel tras su mordedura.
Para poder identificar si en casa ya tienes de inquilinos a estos molestos insectos, puedes tomar en cuenta los siguientes puntos:
- Manchas oscuras: éstas son los excrementos de chinches y pueden verse en la tela como lo haría un marcador sobre un papel, tal y como cuenta el entomólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales de España Óscar Soriano.
- Manchas de óxido o rojizas en sábanas o colchones: al ser aplastadas (por nuestro propio peso o por los pliegues de las sábanas o almohadas) las chinches dejan un rastro de manchas de color rojizo oscuro por la sangre con la que se han alimentado.
- Huevos o cáscaras de sus huevecillos: aunque son diminutos, cuando se tiene una plaga se pueden apreciar pieles de color amarillo pálido de los huevecillos y de la piel muerta que van mudando a medida que crecen.
- Olor a humedad: si comienzas a percibir un aroma a humedad o suciedad del que desconozcas su fuente (como un cesto con ropa sucia), lo más probable es que tu habitación esté infestada.
Al comienzo de una infestación, cuentan los expertos, las chinches tienden a refugiarse cerca del lugar donde se alimentan escondiéndose en lugares oscuros y estrechos, por lo que es muy probable que éstas se refugien en los pliegues de las sábanas, las costuras de las almohadas o las orillas del colchón, aunque también tienes que tener en cuenta otros lugares donde pueden esconderse:
- Cabeceras, muebles de dormitorio y cajoneras: sobre todo por ser lugares oscuros, ya que las chinches se alimentan generalmente por la noche
- Ropa, mochilas, bolsos y maletas: es importante revisarlas después de algún viaje para evitar una infestación
- Sillas, sillas de ruedas, sofás y fundas: ya que todo tipo de tejido es usado para depositar sus huevecillos
- Molduras y marcos de ventanas o puertas: al ser lugares estrechos, tienen fácil acceso a ellos y ahí suelen reproducirse con más facilidad
¿Cómo evitar una infestación de chinches en la casa?
Si bien hay factores que no podemos controlar como las temperaturas inusuales del temporal que propician su reproducción, lo cierto es que hay ciertas medidas que podemos aplicar para poder detectar a tiempo la presencia de las chinches en nuestro hogar:
- Evita acumular cosas en casa, así reducirás el número de lugares en los que pueden esconderse las chinches
- Inspecciona toda la ropa de segunda mano: procura llevarla a casa en una bolsa sellada y revísala con detenimiento, especialmente en las costuras
- Toma precauciones al viajar: cuando te hospedes en un hotel, evita guardar la ropa y efectos personales en cajones o dejarlos en el suelo o la cama
En caso de que ya hayas encontrado los primeros indicios de la presencia de chinches en tu casa, identifica cuál puede ser el foco de infestación y llama a un profesional en plagas para que puedas librarte cuando antes de este problema.
Foto de Volha Flaxeco en Unsplash
