Ducha caliente o ducha fría: cuál nos interesa más si queremos dormir mejor, según la ciencia

Vladislav Muslakov Cwiu33kgtoc Unsplash
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Un buen sueño es fundamental para nuestro bienestar. Es algo que afecta tanto a la salud física como la mental. No obstante, a pesar de la importancia que tiene el sueño para la vida, la Organización Mundial de la Salud estima que la mitad la población mundial duerme mal. Además, se prevé que esta cifra aumente si no cambiamos los hábitos y el estilo de vida que imperan en las sociedades modernas. Incluso si dormir mejor nos parece a estas alturas una misión imposible, podemos mejorar siguiendo pautas y trucos. Uno muy famoso es darse una ducha antes de meternos en la cama.

Cada persona tiene su temperatura favorita a la hora de ducharse. Hay quienes necesitan hacerlo con agua prácticamente hirviendo aunque sea verano y haya alerta por ola de calor y otros pasan de usar el calentador hasta en invierno. No obstante, si quieres aprovechar la hora del baño para favorecer la relajación e invocar el sueño, tienes que fijarte en los efectos que la temperatura provoca en el cuerpo indistintamente de cuáles sean tus preferencias personales.

Ni ducha caliente ni ducha fría

Se ha comprobado que las duchas calientes tienen un efecto relajante que nos ayuda a dormir y descansar mejor. Esto se debe a que, cuando nos empieza a entrar el sueño, es cuando el cuerpo tiene la temperatura más alta. Por eso, una ducha caliente un rato antes de meternos en la cama nos ayuda a dormirnos antes y descansar. Además, el agua caliente ablanda los tejidos y favorece la relajación muscular.

Hannah Xu

Sin embargo, tampoco es necesario pasarse al agua ardiendo. Sobre todo, en verano, cuando las temperaturas son altas. Según algunas investigaciones, lo mejor que podemos hacer es evitar los extremos. Es decir, tanto las duchas muy frías como las muy calientes y optar por el agua templada. Esto se debe a que en nuestro ritmo circadiano o "reloj interno" hay varias señales, como la luz o la temperatura, que indican los cambios de hora.

En la mayoría de los casos, cuando oscurece o baja la temperatura, nuestro cuerpo entiende que es hora de descansar. Como en verano la temperatura no baja lo suficiente, una ducha templada puede ser ideal para que nuestro cuerpo se caliente ligeramente y facilite que, al entrar en una habitación con una temperatura más baja que la de nuestro cuerpo, la temperatura corporal baje lo suficiente y nuestro cuerpo reciba la señal de que la temperatura ha descendido, ayudándonos a conciliar el sueño.

Foto de portada | Vladislav Muslakov

En Trendencias | Trucos y consejos para blanquear tu ropa blanca en casa y que quede como nueva

Comentarios cerrados
Inicio