Si te reconoces en estos nueve rasgos, podrías tener una visión sabia de la vida sin saberlo

Ser sabio no es una aptitud de nacimiento sino que es un camino de aprendizaje y superación que todos podemos transitar

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El sabio no nace, se hace. La sabiduría es un camino que todos podemos (y debemos) recorrer porque es algo que se necesita para poder comprender y apreciar lo complicado y lo bello de la vida. Se trata de un proceso de crecimiento y comprensión que abarca toda nuestra vida. No hay una meta sino que la recompensa es el propio viaje de superación  y evolución que nos lleva a vivir una vida cada vez más plena. Si te reconoces en estos nueves rasgos, date la enhorabuena porque vas por el buen camino. Si, por el contrario, aún no te ves reflejado en algunos, estás a tiempo de reflexionar y trabajar en ellos.

Aprecias las pequeñas cosas

El concepto del éxito que la sociedad nos vende parece animarnos constantemente a aspirar y perseguir siempre algo mayor que lo que ya tenemos. Sin embargo, los grandes logros e hitos vitales son solo un aspecto más de la vida. Seguro que si te paras a pensar en todo aquello que te ha aportado alegría y felicidad en el último año o las últimas semanas, la mayoría son cosas simples. Un momento de complicidad y conexión con tu mejor amiga, una puesta de sol que colorea el cielo de una tonalidad especialmente bonita o simplemente saborear tu plato favorito. En esta misma línea, estas personas valoran las experiencias más que las posesiones.

Aceptas la incertidumbre

Aunque a nadie le guste, la incertidumbre es parte inherente de la experiencia de estar vivo. Nadie sabe lo que va a pasar con nuestra carrera, nuestras relaciones o incluso nosotros mismos. Por mucho que nos empeñemos, hay cosas que siempre se escaparán a nuestro control y es imposible tener todas las respuestas. Aceptar que la vida está llena de incógnitas e imprevistos es la única actitud que nos ayuda a mantener la calma y aprender a confiar en nuestra capacidad para manejar cualquier situación que nos venga con coraje, resiliencia y sin dejar de vivir una vida plena.

Aceptas el cambio

Si la incertidumbre es inherente a la vida, el cambio es una constante inevitable. Ya sea en nuestras circunstancias personales, el trabajo o el mundo que vivimos... Da miedo, pero solo deja una opción: aceptarlo y adaptarse. Todo cambio es el fin de algo y, al mismo tiempo, el inicio de otra cosa y una nueva oportunidad.

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Progresas y te superas

Las personas sabias saben que siempre hay margen para superarse y ser mejor personas. Es algo que se hace sin soberbia porque, en ese proceso, tienen que admitir sus defectos y tomar medidas para evolucionar. Otra forma de decirlo es que convierten los fracasos en oportunidades de aprendizaje y crecimiento, algo que en muchas ocasiones sucede fuera de nuestra zona de confort.

Eres empático

Las Naciones Unidas describen la empatía como la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás, algo que nos permite ver las cosas desde la perspectiva del otro en vez de la nuestra. Esta capacidad de conectar con los demás a un nivel más profundo es natural en las personas sabias. Escuchan sin juzgar y ofrecen su apoyo cuando es necesario. Y no solo a los demás, también a ellos mismos. Los sabios son conscientes de sus propias emociones y de cómo les afectan.

Entiendes la importancia de ser paciente

Si no lo has descubierto aún, ya te lo adelantamos nosotros, las cosas buenas toman tiempo. No es solo que todo en la vida no puede suceder instantáneamente, tampoco debe. Igual que sucede con la incertidumbre, aceptar la espera es entender que vale la pena esperar por algunas de las mejores cosas de la vida. La paciencia es entender que hay un momento para todo. Habrá retrasos y contratiempos, sí, pero también pueden ser una oportunidad de crecimiento.

los soprano

Sabes escuchar

Se ha comprobado que los seres humanos pueden hablar a una velocidad de 125 a 150 palabras por minuto, sin embargo, podemos escuchar y comprender cerca de 400 a 500 palabras en ese mismo tiempo. Esto sugiere que es más importante escuchar que hablar. Las personas sabias son expertas en la escucha activa y, en de de apresurarse a responder, se toman su tiempo en procesar la información primero y compartir sus pensamientos después.

Sabes apreciar la vulnerabilidad

Abrirse, mostrar el verdadero yo y arriesgarse al rechazo o la crítica entra dentro de la vulnerabilidad humana. Compartir nuestros miedos y esperanzas; fracasos y triunfos, lejos de ser una debilidad, es un rasgo muy importante a la hora de conectarnos con los demás a un nivel más profundo. Son momentos que nos permiten crecer, aprender y, lo más importante: amar.

Eres fiel a ti mismo

Ser fiel a quién eres significa honrar tus gustos y valores y vivir tu vida de una manera que los refleje. Su objetivo no es conseguir encajar en un molde ni fingir para contentar a otra persona o cumplir con las expectativas de la sociedad. Saben apreciar sus peculiaridades y singularidades y expresarlas.

Fotos | Los soprano (HBO)

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