El síndrome gamer que afecta a más del 80% de las personas que juegan a videojuegos: así gamifican la vida real

Entre el 82% y el 96% de las personas que juegan a videojuegos lo han experimentado alguna vez

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María Yuste

Editor Senior

Si después de haberte pasado toda la tarde jugando al Tetris has cerrado los ojos y has seguido viendo las piezas caer o si tras muchas horas jugando a 'Call of Duty' crees oír explosiones en la calle, tenemos una buena noticia: no te estás volviendo loco. De hecho, lo que estás experimentando es un fenómeno psicológico con nombre propio, descubierto y documentado por la psicóloga Angélica B. Ortiz de Gortari.

El síndrome gamer que traspasa los mandos de juego. Básicamente, el Game Transfer Phenomena (o GTP por sus siglas) describe cómo ciertos estímulos de los videojuegos (sonidos, imágenes, rutinas o pensamientos) pueden seguir manifestándose en una persona una vez que ha dejado de jugar. En realidad, se puede presentar de muchas formas: ver interfaces del juego en la vida real, oír sonidos o música del videojuego como parte del mundo real, o incluso reaccionar automáticamente como si todavía se estuviera dentro de ese mundo digital. Algunos jugadores, por ejemplo, han afirmado haber visto barras de salud sobre la cabeza de otras personas, o haber sentido la necesidad de agacharse al oír un ruido, como si esperaran un enemigo. Eso sí, en la mayoría de los casos, las personas saben perfectamente que lo que están viendo u oyendo no es real.

Erik Mclean Jhkrecjxsi8 Unsplash Erik Mclean

Un fenómeno mucho más común de lo que parece. Un estudio hecho con más de 6 000 participantes internacionales de entre 15 y 60 años indicó que entre el 82% y el 96% habían experimentado GTP alguna vez. No obstante, suele ser más frecuente entre jugadores jóvenes y en aquellas personas que pasan muchas horas jugando. La mayoría vive estas experiencias como algo curioso e incluso positivo, pero en algunos casos (especialmente cuando el GTP se presenta de forma vívida y recurrente) puede generar estrés, trastornos del sueño o interferir en la vida diaria.

No estás perdiendo la cabeza, tu cerebro ha creado asociaciones. Lo interesante del GTP es que revela lo fácil que los entornos virtuales pueden influenciar nuestro cerebro. El síndrome se produce porque, al repetirse constantemente una serie de estímulos visuales y sonoros dentro de un juego, el cerebro crea asociaciones automáticas que pueden activarse incluso fuera del mismo. En ello influyen, más que el contenido del juego, factores como la inmersión, la implicación emocional y ciertos estímulos y contextos en el mundo real que actúan como disparadores. No obstante, no todo es negativo. Este tipod e asociaciones se han llegado a estudiar como un posible herramienta útil para terapias o aprendizaje. Al menos, si se canalizan adecuadamente.

Denis Big Zy3mfikr6pq Unsplash Denis Big

Ni trastorno mental ni alucinación. Todavía existe cierto debate sobre cómo clasificar el GTP. Algunos los confunden con síntomas de algún trastorno mental, como alucinaciones... Aunque los investigadores coinciden e insisten en que no se trata de una patología en sí misma. Más bien, tendríamos que tomarlo como un espejo de nuestra vulnerabilidad ante los estímulos digitales. Comprender este fenómeno no solo nos ayuda a reflexionar sobre cómo jugamos, también sobre cómo convivimos con la tecnología y el papel cada vez más poderoso que tiene a la hora de moldear nuestra percepción del mundo tangible.

Foto de portada | The Sims

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