Los leggings son una prenda tan práctica como odiada y difícil de llevar, y es que si hasta hace pocos años su uso se reducía al ámbito deportivo, la fiebre de los ochenta nos los ha traido de vuelta, y desde su versión en cuero, látex, vinilo o PVC, hasta la modalidad más normalita, la de lycra, algodón o elastano, son ya una tendencia que no se va.
Muchas se empeñan en llevarlos pero pocas consiguen que su efecto sea lo suficientemente favorecedor, y aparte de las gemelas Olsen, Hilary Duff es paradójicamente una de las que sin tirar de recurso fácil, es decir, calzarse unas botas, sale bastante indemne del paso.
Los stilettos pueden ser el peor enemigo de "unas mallas", mucho cuidado con esas combinaciones vulgares que se ven por ahí a base de falda mas corta de lo normal y zapato de dudosa procedencia más legging una talla menos. Una camisa larga con cinturón o maxi t-shirt que compensen de cintura para arriba la estrechez de cintura para abajo son el mejor aliado, y Duff, que no es ni la más alta ni la más delgada (ni mucho menos la más elegante), demuestra que no hace falta ser o parecer una modelo para ir cómoda.
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