Deconstruir prendas clásicas ha sido el leitmotiv de la colección Otoño-Invierno 2015/2016 firmada por Stella McCartney, en la que los diseños se presentaban desestructurados o "sin terminar". En ella las cinturas han tomado una nueva altura, situándose bajo el pecho y creando un nuevo concepto de working girl muy McCartney, es decir, llevando el estandarte del minimalismo a un nuevo nivel.
Las asimetrías han tomado la pasarela en forma de vestidos con una sola manga y bajos desiguales, mientras que los volúmenes han jugado un papel importante en los cuellos de jerséis y en las amplias hombreras.
En cuanto al cromatismo de la colección presentada por Stella McCartney se puede resumir en blanco, gris y negro con algún pequeño destello en azul y verde. Por su parte los estampados no han jugado un papel decisorio, únicamente se han dejado ver en dos diseños y en forma de grandes flores.
Por último, es verdaderamente necesario remarcar la presencia de dos abrigos yeti totalmente free spirited, en los que el fur caía a modo de cascada abrazando a las modelos, en un nuevo juego de asimetrías perfectamente calculadas por Stella McCartney.
Foto de portada | Gtres
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