No me avergüenzo de ver ‘La isla de las tentaciones’. Según un biólogo “es una ventaja evolutiva”

El divulgador científico y biólogo Mario Alonso nos ha quitado esa culpa por ver uno de los realities más bizarros de la historia de la televisión

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Anabel Palomares

Editor

Soy fan de ‘La isla de las tentaciones’ desde que lo presentaba Mónica Naranjo. Vi el famoso “Estefaníaaaaa” antes de que se convirtiera en meme y me reí hasta que me dolió la tripa con la pelea entre Montoya y Manuel. He vivido cada momentazo con intensidad y aunque haya quien se avergüence y diga que es un “guilty pleasure” o placer culpable, personalmente no siento culpa al verlo. Cómo sentir culpa si hasta hay psicólogos que afirman que tiene beneficios, como el poder analizar tus propias relaciones comparándolas con los modelos que salen en la tele.

Ahora el divulgador científico y biólogo especializado en fauna y comportamiento animal Mario Alonso (Mario de Wonder en redes, ) ha dicho algo que me ha dejado en shock: “que te guste ‘La isla de las tentaciones' es una ventaja evolutiva”. Una razón más para no avergonzarte de seguir el programa que, en su último capítulo, conseguía un 17% de share para Telecinco.

La ventaja evolutiva de cotillear en ‘La isla de las tentaciones’

Tal y como explica Alonso, los primates usan el acicalamiento o grooming en sus grupos sociales. Es un comportamiento que sirve para dos propósitos: limpiar el pelaje de parásitos y aumentar la cohesión del grupo. Esto ocurre en grupos pequeños, como analiza el biólogo, y pasa en muchos primates “pero los humanos formamos grupos enormes”, como se puede ver en una ciudad, por ejemplo. Algunos estudios sugieren que lo que permitió que los seres humanos formaramos grupos mucho más grandes fue que cambiamos el acicalamiento por otro comportamiento social: el cotilleo.

Robin Dunbar, antropólogo y psicólogo británico, explicaba en su libro ‘Grooming, Gossip, and the Evolution of Language’ que el cotilleo surgió como un sustituto del acicalamiento social heredado de los primates y que servía para establecer y mantener lazos sociales pero de una forma “económica” porque consigue esa cohesión social de una forma más eficiente en comunidades más extensas. Si los humanos hubieran seguido dependiendo solo del acicalamiento físico para mantener sus vínculos sociales, tendrían que dedicar demasiado tiempo para hacerlo.

El cotilleo es hablar de una tercera persona que no está en la conversación y se calcula que lo hacemos durante 52 minutos de media al día. Y como bien explica Alonso, a lo largo de la historia “los cotillas han sacado mucha ventaja por serlo”. Mejor dicho, las personas atentas a la información social y que la comparten, han tenido una ventaja real. Durante siglos, tener esa información ha servido para gestionar relaciones, entender dinámicas de poder, elegir bien a los aliados o transmitir información útil, y aunque esa ventaja no siempre es moral, sí es adaptativa. En términos históricos y evolutivos el cotilleo ha sido una herramienta de supervivencia y poder.

@mariodewonder

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Ver ‘La isla de las tentaciones’ no es otra cosa que asomarnos a la vida de otros y cotillear. La psicóloga Claudia Nicolasa, famosa por analizar este tipo de programas, explica que los vemos porque nuestro cerebro es muy prosocial y ver este tipo de contenido nos permite “acceder a otras realidades y pensar cómo reaccionaríamos en ellas”. Además, comentar con amigos cosas como que Rodri era alumno de Llados o juzgar el comportamiento de Claudia, favorece esa cohesión social. Nos une a aquellos con los que hablamos de esa tercera persona

Alonso asegura que cotillear y estar atentos a la información que tenemos, nos permite hacer una monitorización social y no sólo entretenernos, también nos une, nos protege, nos educa y fortalece nuestros vínculos sociales. Aunque se trata de un comportamiento evolutivo, el experto sostiene que este instinto de supervivencia con una base biológica real y que representa el cotilleo, se manifiesta hoy en comportamientos como ver reality shows del estilo a ‘La isla de las tentaciones’. Es una forma moderna de demostrar que hemos evolucionado como seres humanos. Aunque al ver a algunos participantes de la isla nos surjan serias dudas de esa evolución...

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Fotos | La isla de las tentaciones (Telecinco)

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