Excesos, bordados, colores... Las celebrities no son sinónimo de la boda perfecta, al menos no todas. Hay quien al decir el "sí, quiero" luce su verdadera cara y se convierte en la princesa de un cuento poco acertado. Apunta estos 15 errores para evitarlos en tu vestido de novia, no querrás vestir como ellas.
Quiero algo sencillito
Algo comedido, que no destaque demasiado. Un look correcto, de esos que nunca pasan de moda. Seguro que Celine Dion pensó en algo así cuando se casó con Rene Angelil en 1994, pero de repente se daría cuenta que lo suyo era vestirse disfrazada de todo lo contrario. Mirella and Steve Gentile se encargaron de este diseño que les llevó más de 1.000 horas de trabajo, rematado con una tiara con cristales de Swarovski que pesaba más de 3 kilos.
Distinta al resto
Diferenciarse del resto está genial, ir con un estilo propio es lo que se debería de hacer, pero cuando esto se fuerza se puede acabar como Emma Thompson en su boda con Kenneth Branagh en 1989. Cuidado.
Convertirse en la dama de honor
Desde hace un tiempo vemos cómo el rosa se ha ganado un sitio entre algunos vestidos de novia de las famosas. Por suerte, son pocas las que escogen esta elección. Jessica Biel lo hizo, de Marchesa, para su boda en 2012 con Justin Timberlake, y más que la novia parecía una dama de honor cursi.
Un detalle vintage
"No hay nada más hermoso para mí que ver a una mujer que se siente guapa con lo que está vistiendo". Georgina Chapman tiene que tener un buen sentido de humor para decir esto y luego diseñar en Marchesa un vestido como este para la boda de Lake Bell y Scott Campbell en 2013.
Un volante es poco
Hay novias que por físico se podrían poner lo que gustasen que este vestido no les sentaría mal. Otra cosa es el estilo de estas, ahí no hay nada que arreglar. Luisana Lopilato escogió este diseño de Sylvie Burstin para su boda con Michael Bubble en 2011, que le acortaba la figura y bajaba la cintura entre una multitud de volantes.
Soñar con el encaje
Encaje por aquí, raso por allá y tul, todo en uno. Con transparencias y un poco de fantasía a lo Marchesa. Nicole Richie no se decidió por un estilo concreto y los mezcló todos en uno para su boda con Joel Madden en 2011.
El tamaño no importa
El diseño quedó en casa, no obstante era una boda de Estado con la que Diana Frances se convertía en princesa al casarse con el príncipe Carlos, Elizabeth y David Emanuel se encargaron de elaborar un vestido acorde al acontecimiento, y a la moda del momento. Aparte del vestido en sí, la cola de 8 metros con 10.000 perlas es para no dormir.
Sin nada que esconder
Mary Charteris tenía que llamar la atención, tenía que traducir su estilo de rebelde bon vivant con pasta a un vestido que seguirá siendo recordado como uno de los más feos en los últimos años. Pam Hogg puso la creatividad para este diseño entre transparencias geométricas y volantes en tul para la boda de la joven con Robbie Furze en 2012.
Un pastel rosa
El blanco está muy visto, ahora hay que teñir el vestido de toda la vida de rosa pastel para ir de forma diferente. Así Kaley Cuoco se casó con Ryan Sweeting en 2013 de Vera Wang.
Una novia de luto
Por si tuviésemos poco con ver todas las fiestas cubiertas del negro más apagado este también llega a las bodas. De nuevo Vera Wang es la responsable del vestido de novia de Shenae Grimes para su boda con Josh Beech en 2013.
Pequeños detalles
Hay vestidos que podrían ser perfectos pero que por pequeños detalles acaban por romper su encanto. Leah Wood se casó con Jack Macdonald en 2008 con un diseño al que las aplicaciones enjoyadas en azul turquesa y el plisado del corpiño le hicieron un flaco favor.
A cada figura un vestido
Lily Allen se tenía que casar de Chanel para su boda con Sam Cooper. Era un secreto a voces en 2011, ya que la cantante había estado ligada desde hace un tiempo a la casa de Karl Lagerfeld. El error fue el corte escogido por ella. El manido corte sirena no le favoreció en absoluto a su figura, menos aún a sus caderas. Con un vestido de corte princesa, con una caída acampanada, este error hubiese desaparecido.
A medio camino
Gwen Stefani ya se vistió de rosa antes que la moda se extendiese a otras celebrities, pero ella lo hizo de forma degradada, con un diseño de Christian Dior en blanco y rosa, quedando este para la falda de gran vuelo y cuerpo. Ni contigo, ni sin ti en su boda con Gavin Rossdale en 2002.
A vueltas con el velo
El velo pasa por ser uno de los accesorios más particulares. Amor y odio según quien opine, al igual que pasa con los chalecos en la parte masculina. Yo personalmente no puedo ni con uno ni con el otro. Whitney Houston no era de la misma opinión cuando se casó con Bobby Brown en 1992. El encaje francés de la cantante estaba valorado en 40.000 dólares.
Tal para cual
Si al final escogéis un vestido así aseguraos que vuestra pareja va acorde a las circunstancias. El amor puede con todo, hasta para dejarnos con la gran pareja formada por Katie Price y Peter Andre. Maravilloso conjunto, ya que ella no se vestía de blanco él cubrió el expediente.
Fotos | GTres, Cordon Press
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