Jennifer López no suele transitar demsiado por terrenos aseñorados aunque de vez en cuando se pega un garbeo por lo clásico y se sofistica tirando de look conservador. No digo yo que su estilo sea más o menos malo, es el que es y le pega porque pocas se pueden permitir hacer de su capa un sayo a base de aros, oros, campanas, flecos, plataformas y botas de mosquetero, y alternar esa base de diva latina con ciertas ínfulas de lady sin que parezca incompatible.
¿Qué me decís sino de este estilismo a base de falda de tablas, talle altísimo y marcado vuelo, más torera, todo de Paule Ka? Lo ha llevado esta misma tarde en el estreno de su última película, El plan B, en la capital francesa.
La verdad es que está guapísima y hasta tiene un cierto aire Jackie Onassis...
Eso sí: lo que le puede a la López son los vestidos de corte setentero y toque hippy.
Este es de Etro Primavera-Verano 2010 y la verdad es que me encanta.
Casi tanto como el punto discotequero y nocturno del que le cuesta desprenderse.
Ahora, tal y como decía al principio, lo suyo es lo bohemio tipo estudio 54: flecos, botas altísimas, y enormes aros.
Y como buena profesional y cumplidora que es su blusón a modo de vestido no lo trae consigo del Bronx (ahora Upper East Side) sino que lo firma Andrew Gn.
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