Ayer tuvo lugar el Open Day de Chanel en la nueva tienda que inauguró hace tan sólo dos meses en el número 16 de la calle Ortega y Gasset de Madrid. Allí, además de las colecciones de Prêt-á-Porter y complementos pudimos ver y tocar algunos de los modelos presentados durante el desfile Chanel Airport correspondiente a la primavera-verano 2016.
Lo primero que me gustaría mencionar es la espectacularidad de la nueva tienda decorada por Peter Marino distribuida en dos alturas. La presentación a la prensa de los avances para la próxima temporada tuvo lugar en la planta más alta que, a su vez se distribuía en dos salones y en un despacho donde destacaban una preciosa chimenea y una mesa de café de Peter Lane que era una auténtica obra de arte.
El mobiliario fabricado en metal blanco y negro se divierte reinterpretando los clásicos códigos de la geometría formando paralalepípedos con formas en perspectiva 3D. Las paredes estaban tapizadas en un espectacular tweed en color claro sobre el que destacaban mucho las prendas expuestas.
Como bien sabéis, Coco Chanel adoraba los sautoirs de perlas por el brillo y el esplendor con los que iluminaban el rostro de las mujeres, por su feminidad, y por el maravilloso contraste que ejercían sobre las LBD.
Pues bien, en esta colección pudimos ver chaquetas de cuero adornadas con pequeñas perlas como si fuesen tachas para una reinterpretación motera todo glamour.
Inspirado en el sautoir Lion Baroque que mezcla perlas blancas, negras y gold, Jean-Pierre Othoniel - fotógrafo, escultor, coreógrafo e ilustrador -, también ha creado una instalación que recorre todo el hueco de la escalera hasta llegar a la planta baja formando unas cascada de perlas de 6 metros de altura que destacan sobre un fondo negro con efecto espejo. Esta instalación se inspira en otra que Othoniel realizó en el 2005 en la tienda que Chanel abrió en Hong Kong.
Además de poder satisfacer vuestra curiosidad artística, si os acercáis hasta esta espectacular tienda también podréis echar una ojeada a las últimas colecciones, incluida la colección Crucero.
Entre las propuestas, faldas amplias por encima de pantalones de tweed de algodón texturizado o de denim; otras habían optado por conjuntos de tres piezas con estampados de aviones azules, blancos y rojos que recordaban un poco a los colores de la banderas francesa.
Curiosas las chaquetas cortas, tipo bolero, con faldas pantalón en denim; los crop rop bordados de strass con lazos coordinados con faldas pantalón de cuero. Personalmente lo que más me gustó fueron los famosos tailleurs de tweed, marca de la casa, en su expresión más minimalista ya que por no llevar, no llevaban cuello, ni bolsillos.
Preciosos los clutchs inspirados en las maletas matelassées rígidas de las marca en colores negro o beige dando vida a curiosísimos mini-trolley que habían colocado en la repisa de la chimenea para que exponerlos bien a la vista. Otra cosa que me gustó un montón fueron los sombreros canotier realizados en tweed.
Quiero aprovechar para dar las gracias a Assunta Ontiveros, directora de Chanel en España, por su amabilidad a la hora de recibirnos y por el gesto de humor que tuvo al posar a la manera de Gabrielle Chanel delante de la chimenea.
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