Ayer, martes 8 de octubre, Ralph Lauren, el más parisino de los diseñadores americanos, celebró su primer desfile formal en la ciudad de la luz, al que siguió una exclusiva cena de gala, sólo para unos cuantos privilegiados.
Todo un acontecimiento en sí ya que, aunque la firma desfiló el pasado 10 de marzo en el bar del hotel Bristol con motivo de los "Sábados de la Moda", y este verano en la Villa Ephrussi de Rothschild en St. Jean Cap Ferrat, esta ha sido la primera vez que la firma ha realizado un desfile al uso fuera de los Estados Unidos.
Si os estáis preguntando cómo es que Ralph Lauren decide desfilar una semana después de haberse clausurado la Fashion Week Paris, la explicación está en que el diseñador americano ha hecho una sustanciosa contribución que ha permitido restaurar el anfiteatro, un teatro en hemiciclo construido en el siglo XIX y adornado con un fresco del pintor Paul Delaroche, de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París. Y tan magno acontecimiento merecía una celebración a parte.
Entre la selecta clientela y las celebrities invitadas a descubrir su colección primavera-verano 2014, no faltaron Catherine Deneuve acompañada, como siempre, por su legendaria clase y estilo, y Charlene Wittstock - una vez más sin su príncipe -, que causó sensación enfundada en un vestido color púrpura.
El diseñador americano presentó, además, unos vestidos de noche de quitar el hipo. Como bien sabéis, el vestido largo es de obligado cumplimiento para las alfombras rojas o para las veladas en la embajada. Ralph Laren propone volver a los clásicos, al negro, al tafetán, al terciopelo, a la seda, a los drapeados. Una colección de inspiración eslava, con la mezcla justa entre tradición y excentricidad. Tan chic, tan extremadamente glamour que no tardó en conquistar a todos los allí presentes.
Una vez finalizado el desfile al que asistieron su mujer Ricky y sus hijos Dylan, Andrew y David - que no paró de twittear durante todo el catshow -, todos disfrutaron de una elegante cena en uno de los patios de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes, un vasto complejo arquitectónico que se extiende a lo largo de dos hectáreas en el corazón del barrio de Saint-Germain-des-Prés en París, y lugar donde se han formado diseñadores de la talla de Hubert de Givenchy y Valentino, y que ha encontrado en Ralph Lauren a un mecenas ideal.
Ralph Lauren no ha ocultado nunca su amor por París, donde se encuentra su primera boutique, la más grande de Europa, y su restaurante situados en el boulevard Saint Germain, en un palacete que data del siglo XVII. Con esta contribución, Ralph Lauren ha conseguido granjearse el respeto de todos los habitantes del barrio de Saint-Germain.
Nos gusta que grandes firmas como Tod's, Louis Vuitton o Ralph Lauren hayan optado por restaurar edificios emblemáticos. De alguna forma, es devolver a la sociedad lo que ésta les ha ido dando a lo largo de los años. ¿Verdad? Quidproquo!!
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