El utensilio de la foto es un sacacorchos de láminas. Estamos habituados a los sacacorchos en espiral disponibles en miles de diseños distintos pero que todos perforan el corcho. El de láminas, no. Y tiene un par de ventajas muy interesantes como éste de Alexandre Mareuil.
Fíjate en las dos láminas: una es un poco más larga que la otra. Se pincha con cuidado el corcho empezando por la lámina larga para seguir con la corta presionando con movimientos de vaivén. De este modo, no hay perforación del corcho. Una vez introducidas las láminas, golpe de muñeca girando y tirando suavemente hacia fuera y ... ¡pop!
¿Las ventajas? Para empezar te ahorras los trocitos de corcho que puedan molestar perdidos por el cuello de la botella. Y es el instrumento perfecto para sacar corchos delicados de botellas guardadas mucho tiempo en bodega. Si lo manejas bien, no se partirá.
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