Esta mañana escuchaba en la radio que la gastronomía mundial tenía encumbrada a la cocina francesa como una de las más sabrosas y exclusivas del mundo. Después de estar en París en Navidad, no puedo menos que darles la razón ya que en cualquier bistrot ya daban unos platos con los que la pequeña gurmet que llevo en mi interior disfrutaba como loca, lo que me dio una idea para un plan de San Valentín de lujo.
En San Valentín se me ha ocurrido que uno de esos planes sorpresa con los que ilusionar a nuestro enamorado puede ser llevarle a París a comer en uno de los mejores restaurantes de la ciudad de la luz: el Apicius, que tiene tres estrellas Michelín. Su chef, Jean-Pierre Vigato, se ha convertido en un referente de la cocina francesa y día a día sus mesas se llenan de comensales dispuestos a dejarse sorprender.
Si queréis un ambiente más íntimo, probad a reservar en alguno de sus salones privados donde estaréis a solas con los camareros, siempre dispuestos a aconsejaros las mejores exquisiteces de la carta y la bebida con la que combinarlas.
El restaurante, que abre hasta media noche, tiene entre sus especialidades el pato asado al foie gras y toma su nombre del libro de cocina más antiguo que se conoce. Por supuesto, no podéis iros de allí sin probar alguno de los vinos de su extensa carta y sin brindar con champagne a la luz de las velas.
Más información | Apicius En Embelezzia | San Valentín de Lujo
