Ana Merino, Premio Nadal 2020: "La maldad queda a veces impune pero consuela que la bondad saca a la sociedad adelante"

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El mapa de los afectos (Destino, 2020) es la primera novela de la poeta Ana Merino. Bueno, poeta y Catedrática en escritura creativa en español de la Universidad de Iowa, autora de varias obras de teatro y pionera en el desarrollo de la formación académica del cómic, por nombrar algunas líneas de su extensísimo curriculum... Este año le ha sumado ganar el prestigioso Premio Nadal, en cuyo palmarés figuran nombres como los de Carmen Laforet, Carmen Martín Gaite o Miguel Delibes. 

Lo ha conseguido con un libro de historias cruzadas en el que muestra cómo la fuerza magnética de la bondad es, en realidad, la que mueve el mundo. Se vale para ello del transcurrir de una pequeña comunidad rural y de los misterios cotidianos de las vidas de sus habitantes, que se cruzan a lo largo de más de dos décadas con sus tensiones personales y familiares, crímenes inexplicables, sucesos extraños... pero siempre regidas por las pulsión del bien. Hablamos con ella al respecto y sobre cómo puede ayudarnos la literatura a superar tiempos convulsos como los que vivimos.

¿Qué te llevó a querer escribir este alegato a favor de la bondad y la amabilidad?

Yo concibo la literatura como un espacio de reflexión humana en el que se puede aprender el concepto de empatía. Quería trabajar la literatura del bien y mostrar que no es una posición única ante el mundo sino que son muchas maneras de interpretarlo. Eso lo vemos en cómo enfrentan la vida los diferentes personajes del libro. Me interesaba escribir una novela coral porque creo que el sentido de la vida nos lo dan los demás. De eso nos olvidamos muchas veces pero, en el fondo, lo que el ser humano desea es estar acompañado. Básicamente, quería llevar al plano de la creatividad esa búsqueda de valores que está en nosotros porque leer es también una forma de pensar y reconfortarnos.

En un mundo en el que parece que imperan la competencia y el individualismo, ¿se han convertido las buenas acciones en actos revolucionarios?

Lo que es seguro es que los gestos cotidianos que buscan ayudar a los demás son claves y fundamentales. La armonía con el mundo y con tu propia vida es muy importante para la supervivencia de todos. Lo vemos en personajes como, por ejemplo, el de Irene, que tiene que ir a cerrar esa historia con la tía que tanto daño le ha hecho. Sin embargo, ella tiene un sentido de la responsabilidad que le impide dejar las cosas a medias. Sabe que tiene que hacerse responsable y que alguien tiene que tomar decisiones... Son matices que me parecen muy importantes y que están en la novela.

"En el fondo, lo que el ser humano desea es estar acompañado"

Siempre se ha dicho que el amor mueve el mundo pero en tu libro esa fuerza motora sería la bondad. ¿En qué se diferencian? ¿Un gesto de bondad no es también un acto de amor?

Eso es lo que se llama "amor fraternal" y la fraternidad es un tipo de amor. Lo que pasa es que estamos acostumbrados a pensar solo en el amor apasionado o en el amor familiar pero es el fraternal es el que genera comunidad. Es el que hace que veas un accidente y te pares a ayudar, que tengas ese impulso de ver un problema y querer mostrar tu apoyo. Hay una textura fraternal constante en la novela porque es el motor de la continuidad de todos en este mundo.

Además, también está el tema de que popularmente se ha relacionado ser bueno con ser tonto. Esto la novela lo desmonta.

El tema de la bondad se ha reflejado muchas veces como si fuera algo plano pero no es así. Hay muchos tipos diferentes de bondad y esta tiene muchos matices. Eso se ve reflejado en los personajes de la novela: tienen dudas, pasiones, cometen errores, se equivocan... pero también tienen un fondo de fraternidad muy importante que es el que hace que siempre haya un aliento. Me parecía importante darle espacio a esas voces y a esa mirada que es mucho más parecida a la de los lectores que la maldad.

"La bondad no es plana, hay muchos tipos diferentes y tiene muchos matices"

¿Crees que maldad y bondad son cualidades intrínsecas al ser humano o ambas se cultivan?

Yo creo que la tendencia es a la bondad, o eso espero. Aunque determinadas circunstancias generan una degradación y unos impulsos peligrosísimos que pueden acabar en tragedia. Lo vemos, por ejemplo, en el personaje de Gina, que comete un crimen terrible. A lo mejor en otro tipo de comunidad, en una sociedad en la que no hubiera acceso a las armas y con el apoyo de una red de amigas con las que se hubiera atrevido a verbalizar sus obsesiones enfermizas y ataques de celos, su historia hubiera sido otra. En el libro Hay una serie de reflexiones sobre esos elementos de la maldad que está en la sociedad y que muchas veces goza de impunidad pero lo que nos tiene que dar consuelo es que la bondad va a prevalecer y va a sacar la sociedad adelante.

Llevas 24 años viviendo en Estados Unidos y la novela, de hecho, se ambienta en la América rural, ¿qué diferencias has encontrado con la sociedad española?

En la novela, lo que aparece, sobre todo, es Estados Unidos como un espacio militarizado. Siendo imperio han de sostenerse con una industria militar muy fuerte y tienen todas esa generación en la que la masculinidad se proyecta a través de ser soldado, e incluso la carrera militar es un medio de salir adelante para personas que no tienen tantos recursos. Eso me ha marcado porque he tenido estudiantes que han sido veteranos de guerra y lo he vivido de cerca a lo largo de los años. Cuando un país tiene una carga militar tan fuerte se generan grandes diferencias. Luego está el tema de las armas, ligado al sentido de la libertad que tienen. Es algo que está muy presente en las sociedades rurales y que es muy distinto a la española. Llevan esa vida tan aislada y tienen esa sensación de que solo ellos se pueden defender.

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Con la crisis de coronavirus se ha hablado de si la experiencia podría llevarnos a mejorar como comunidad, a pesar de que, por otro lado, también se ha generado mucha crispación social. ¿Cómo lo ves tú?

Yo creo que la crisis sanitaria es algo inesperado que nos ha hecho ver nuestra vulnerabilidad y cómo la entereza y la bondad de un grupo de personas hace que todos salgamos adelante. Todas esas personas que han salido a cumplir con su obligación, sabiendo los riesgos que corrían, lo han hecho entendiendo el sentido de la responsabilidad y eso es fraternidad. Se ha generado un espacio para la reflexión y lo que nos va a ayudar es la educación, entender a los demás, generar empatía...

Otro tema de actualidad que ha revuelto la sociedad estos días es la muerte de George Floyd en Estados Unidos.

¿En qué ha fallado la educación de un país y de sus policías para que sean incapaces de empatizar y que uno le clave una rodilla en el cuello a una persona maniatada y la mate? Ahí es donde se ven terribles fracturas y vamos a necesitar un espacio para reflexionar y tratar de entender en qué nos estamos equivocando como sociedades. Habrá que hacer muchos esfuerzos para volver a educar por la empatía porque la hemos dejado de lado y a cada generación hay que volver a enseñarla en valores, no se heredan en el ADN. En ese sentido yo creo que la literatura es fundamental.

¿Podría decirse que ha sido en la literatura donde has encontrado tus mayores referentes de bondad en la vida?

El compromiso con la lectura desde la niñez y leer todo tipo de géneros me han ayudado muchísimo. Fui muy afortunada porque crecí rodeada de libros y apreciando leer. Me hice educadora para poder transmitir ese amor por la literatura que yo he tenido desde niña. Por eso, también, reivindico tanto la educación y me parece importante reforzar las bibliotecas en las escuelas y la accesibilidad a los libros.

¿Cómo te gustaría que El mapa de los afectos cambiara la vida de los lectores?

A mí me gustaría que el lector apreciara su propia vida, las cosas sencillas que le rodean y que se diera cuenta de lo importante que es querer a los demás. Me gustaría transmitirles esa alegría de estar en el mundo porque si te entregas a los demás, el presente avanza.

"Si te entregas a los demás, el presente avanza"

¿Qué se siente al ganar el Nadal y cómo es ganarlo en tiempos de Covid-19?

Una alegría inmensa porque significa que tu proyecto de mirada de vida se ha entendido. Además, este es un premio que tiene una trayectoria de autores fabulosa desde sus inicios, y que ha reconocido grandes primeros libros y nuevas voces. Tiene una carga simbólica muy importante. Luego la vida te sorprende y, de pronto, la trama vital de una gira se convierte en algo muy complejo: la vida frente a lo inesperado. Sucede también en la novela, que te viene un tornado y te lleva a otro lugar. Aquí ha sido una emergencia sanitaria gravísima pero hay que aceptarlo, adaptarse y desear el bien común.

El mapa de los afectos: Premio Nadal de Novela 2020 (Áncora & Delfin)

Fotos | Cortesía de Destino.

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