¿Uñas de los pies amarillas?

¿Uñas de los pies amarillas?
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Mantener una buena higiene en los pies es fundamental pero, desgraciadamente, eso no garantiza que el color vaya a ser el adecuado.

La culpa es en gran parte del sudor, de ahí que ahora después del verano las veamos oxigenadas y bonitas. Pero no nos engañemos: sabemos cómo funcionan nuestros pinreles y que es cuestión de días que vuelvan a tener ese horrible aspecto.

¿Cómo evitarlo? O mejor aún, ¿cómo disimularlo?

Todo el que tenga una tele conocerá ya el tratamiento de uñas descoloridas del doctor Scholl. Al fin y al cabo nos han estado machacnado a anuncios todo el verano con eso de las sandalias. Y aunque es una opción – probablemente la más sencilla para algunos – como no lo he probado no os puedo recomendar.

Así que nos vamos a lo más rústico: pulidor y esmalte.

Aquí ya habrá alguno que se haya echado las manos a la cabeza, porque entre el post de lápiz de cejas y el de la laca vais a acabar creyendo que os quiero convertir a todos en ninfas del bosque. Nada más lejos de la realidad. Sin embargo, existen una serie de trucos que para la mayoría de las mujeres es el pan nuestro de cada día y que para los chicos, sin embargo, es poco menos que un códice secreto.

En cualquier caso, se trata de una cuestión de aprendizaje y, sobre todo, de solucionar un problema que tengamos de la manera más eficaz posible. Por un lado, el lápiz de cejas solucionaba las pequeñas calvas y los problemas de definición. La laca fijaba los peinados rebeldes. Y el esmalte de uñas limpia y disimula el color.

pulidor de uñas

Porque qué queréis que os diga chicos, a veces los pies de un hombre pueden dar verdadero asco, por muy limpios que estén.

El primer paso será, obviamente cortar las uñas. Aquí ni me dentengo.

A continuación, con una lima de uñas de las llamadas pulidores tendréis que pulir la superficie ligeramente, en especial de las más grandes. Con un pulidor de cuatro pasos es bastante probable que el resultado ya sea óptimo y no necesitéis lo que viene a continuación. Así que, si ya tienen buen color, deteneos aquí.

El pulidor lo encontraréis con facilidad en cualquier perfumería. No tiene pérdida. Y los resultados suelen ser excelentes. Eso sí, cuidado con la fuerza con la que lo aplicáis. Suavidad chicos, suavidad.

esmalte de uñas

Si no… Queda el plan B. Que consiste en añadir un suave esmalte de uñas, de color rosa claro. Muy, muy suave. Tanto que no parezcan casi pintadas. Sí, existen. De hecho, hay algunos tonos tipo coral suave o anaranjado que dan a la uña el aspecto de no ir pintadas, que es, al fin y al cabo, lo que queremos.

Además, los hay muy baratos. El de la imagen, que pertenece a la línea Colorama de Maybelline, no llega a los 3 euros, y para lo que lo queremos nos basta y nos sobra.

Recordemos que no se trata de se la nueva Hannah Montana sino, simplemente, de que nuestras pezuñas tenga un aspecto saludable y no nos confundan con leñadores del bosque.

Venga, ya podéis sacar las antorchas. Estoy preparada.

Imagen | FreeCat

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