Joel Calata
EditorEn los pasillos infinitos de TikTok han emergido curiosos fenómenos virales que tienen un vínculo con la masculinidad tóxica, incluido ése donde se cortan las pestañas para no verse femeninos, sin embargo, ahora es algo menos radical, pero igual de desconcertante: este nuevo trend combina una serie de fantasía, la cultura de autoayuda a través de memes y el eterno deseo masculino de mantener la pose.
Bajo la consigna de "The lion doesn’t concern himself", es decir, "El león no se preocupa por…", miles de usuarios retuercen una frase ficcional para aplicarla a situaciones ridículas, cotidianas o confesionales. En ese gesto se cuela una ironía compuesta: al mismo tiempo que hay un intento de proyectar poder, se desarma desde dentro el discurso de la "masculinidad imperturbable".
Este trend arranca de lo que sería una cita apócrifa o reinterpretada de Tywin Lannister, personaje de 'Juego de Tronos', quien en la serie pronuncia algo parecido a "Al león no le conciernen las opiniones de las ovejas" que, en su origen, la frase se presentó como una declaración de autoridad: los leones dominan, los demás sólo murmuran. Pero en TikTok esa solemnidad se volcó en broma.
En los vídeos virales, resalta la frase "el león no se preocupa por…" algo banal como el aviso de volumen al límite, dejar la toalla mojada en el piso o pagar el parking para luego mostrar que, en realidad, el león sí tiene preocupaciones humanas, haciendo de este trend una máxima muestra heroica de normalidad en un espacio de ridículo compartido.
Lo fascinante del fenómeno es cómo se entrelazan dos fuerzas culturales: la manósfera y el humor posmoderno de Internet. Según algunos sitios, la frase se popularizó en círculos "grindset" y de autoayuda masculina antes de llegar a TikTok. En esos espacios, el león funciona como metáfora del hombre exitoso que reina pese a la opinión de los que considera "ovejas". Pero al llegar al feed masivo, el meme desactiva esa solemnidad, lo degrada a una plantilla para la autocrítica y el ridículo autoconsciente.
Este fenómeno deja ver cómo el humor contemporáneo puede subvertir discursos de poder: donde antes los foros de masculinidad digital exigían firmeza y dominio, TikTok propone reírse con estilo de esa exigencia que la masculinidad impone.
Fotos de Fandom.com | @matthewconvard
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