Joel Calata
EditorDesde hace algunas temporadas hemos notado cómo el rostro masculino va cambiando su paisaje capilar: la barba poblada que dominó durante años empieza a ceder terreno frente a estilos más sutiles, y uno de los más llamativos es el bigote delgado o "pencil mustache" que celebridades jóvenes llevan con renovado descaro.
Para empezar, el bigote fino conecta con una estética más retro y sofisticada, evocando una elegancia discreta pero con carácter. Ya no se trata de llenar todo el rostro con pelos: ahora se busca una línea precisa, casi insinuada, que aporte un rasgo distintivo sin imponerse, adoptándolo como un homenaje a las estrellas del viejo Hollywood de los años cincuenta, como lo fue Clark Gable o Vincent Price.
Su reaparición ha sido impulsada por estrellas del cine y la música como como Jack Innanen, Benson Boone o Charles Melton, quienes lucen versiones modernas del conocido "playboy stache'", esa línea ajustada sobre el labio superior que se popularizó entre los actores porno de los setenta y que ahora se lleva con la delicadeza justa para no saturar el rostro.
Sin embargo, esta tendencia también responde a una lectura estética más fina: en un mundo saturado de barba espesa, el bigote delgado funciona como un gesto de refinamiento y contracorriente. Mientras que una barba muy poblada puede proyectar rudeza o descuido cuando no está bien mantenida, el bigote fino exige disciplina diaria, recortes precisos y mucho cuidado en los bordes. para proyectar una masculinidad moderna y mucho más estética.
El efecto de esta nueva estética capilar es un rostro menos "tapado", más reconocible, en el que cada vello cuenta. Según expertos en grooming, este estilo exige una limpieza e intervención constante para que no parezca simplemente descuidado. Sin embargo, aunque parezca simple, tiene también sus reglas de ejecución: un experto en grooming señala que los bigotes finos suelen quedar mejor en chicos con cabello oscuro.
Popular por el ciclo constante de nostalgias estéticas en la moda masculina, ésta nueva versión que gira en torno hacia lo clásico y lo minimalista es un resurgimiento que es parte de esa mirada hacia atrás con reinterpretación moderna.
Ahora, la transición del rostro masculino hacia el bigote delgado entre los jóvenes no es una moda pasajera sin sentido, sino una mezcla de nostalgia estética, deseo de distinción frente a la omnipresencia de barbas, y una apuesta por lo preciso frente a lo llamativo: con celebridades jóvenes que lo llevan como una carta de estilo, es fácil rendirse ante la nueva tendencia que, un siglo después de su auge, llega a conquistar a una nueva generación de hombres con estilo.
Fotos de @bensonboone | @charlesmelton | @jackinnanen
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