Todo con lo que se ha construido este restaurante es de segunda mano y por eso nos parece el más bonito del mundo

El restaurante As Véia, situado en Mairiporã, una pequeña ciudad a escasos kilómetros de la capital financiera de Brasil, São Paulo, está construido enteramente con materiales reciclados. Pero es que además es una auténtica preciosidad y se ha convertido en un imán para todos los turistas que visitan la zona. El mejor ejemplo de que reciclar puede ser una buenísima idea en más de un sentido.

Lo que para alguien es basura, para otro puede ser un tesoro. Y viviendo en las cercanías de una mega city como São Paulo, con una gran capacidad industrial y pobres políticas de reciclaje, es normal encontrarse que se genera una gran cantidad de basura que termina siendo un problema para los gobiernos o la culpable de contaminar los tres ríos de la zona.

Por eso iniciativas como la del restaurante As Véia, y el complejo O Velhão del que forma parte junto con un bar, una tienda de antigüedades y un taller de carpintería, triunfan. Construido enteramente con material reciclado, la historia de este lugar comienza en la década de los años 60, cuando Seu Moacyr se mudó desde la capital a una zona más tranquila del campo y comenzó a recoger cosas que encontraba entre la basura, sobrecogido por la cantidad de cosas que la gente tiraba, pero también por el poco valor que se daba a algunas cuando él consideraba que eran verdaderas obras de arte.

Cuando su colección comenzó a alcanzar grandes volúmenes, él y su esposa la trasladaron a unos terrenos en Mairiporã con el objetivo de abrir un taller que fuera autosuficiente, un lugar para hacer muebles y piezas artísticas utilizando solo materiales reciclados. Una idea que creció hasta convertirse en el complejo O Velhão.

El restaurante surgió por una casualidad, tras la muerte del fundador, su mujer Iracema siguió adelante con el negocio y decidió construir una cocina en el complejo para dar de comer a los empleados. Pronto la comida alcanzó cierta fama y gente de fuera comenzó a presentarse a comer. Así nació As Véia.

Pasar el día en el complejo es una experiencia incomparable y el restaurante el mejor lugar para hacer una parada y sumergirse en el espíritu del lugar mientras se saborea una selección (siempre cambiando) de platos típicos brasileños. El restaurante cuenta con ocho estancias diferentes, cada una decorada siguiendo un patrón diferente y sin perder el espíritu del reciclado.